UN PRIMER PASO
Luis López-calva, director regional de PNUD para América Latina, afirmó que la protección social universal es “la llave de entrada” porque “primero necesitamos un terreno parejo para todos” en cuanto a seguridad económica para las personas.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)
insta en su último Informe Regional de Desarrollo Humano a implementar sistemas de protección social universal en América Latina y el Caribe, como un primer paso para romper lo que ha llamado la trampa de la desigualdad y el poco crecimiento económico.
El reporte del PNUD, denominado “Atrapados: alta desigualdad y bajo crecimiento en América Latina y el Caribe”, señala que el debate en la región ha girado en torno a dos argumentos. Uno, que atribuye los rezagos al bajo crecimiento de las economías; y otro que responsabiliza a la desigualdad.
El PNUD admitió que este no es un hallazgo nuevo, pero la academia hasta ahora ha dejado una serie de recomendaciones para atacar estos problemas de manera separada, cuando en realidad se refuerzan entre sí.
La propuesta del organismo para sentar la base de un pacto contra la desigualdad es la protección social universal.
El organismo señala que la protección social en la región deja fuera a muchos trabajadores y los segmenta en formales e informales. Los formales tienen acceso a regulaciones de salario mínimo y estabilidad laboral, además de programas sociales contributivos; mientras los informales quedan excluidos de estos beneficios.
Por eso propone que los países de la región transiten hacia programas de seguridad social que cubra a toda la población expuesta a un mismo riesgo, los cuales deberán tener la misma fuente de financiamiento en función del riesgo cubierto y que garantice la misma calidad de servicio para todos los beneficiarios.