TENSIÓN EN NICARAGUA
Estamos viendo en Nicaragua una brutal escalada en las acciones que está realizando el régimen de los Ortega-murillo para bloquear la participación de sus adversarios políticos en las elecciones presidenciales programadas para noviembre. No les ha bastado llevar a la cárcel de manera arbitraria a 4 precandidatos a la presidencia, sino que han emprendido acciones igualmente represivas contra toda clase de ciudadanos, comunidades indígenas, medios de comunicación independientes y reconocidas personalidades que representan a organizaciones de la sociedad civil que reclaman el fin de la dictadura, incluyendo algunos que fueron sus compañeros de lucha contra Somoza. Cuando preparaba este artículo habían enviado a la cárcel a 12 representantes de la sociedad civil, incluyendo el que fue presidente de la gremial empresarial más importante de Nicaragua, y les congelaron las cuentas bancarias y prohibieron la salida del país a 13 dirigentes de uno de los centros de pensamiento más importantes del país.
Daniel Ortega fue uno de los caudillos de la Revolución Sandinista que luchó en los setenta para acabar con la dinastía de la familia Somoza que había gobernado Nicaragua desde 1937. Lo lograron en 1979 con el apoyo de la mayor parte del pueblo, casi todas las organizaciones sociales y la comunidad internacional que confiaron en las promesas que promoverían el inicio de un proceso para establecer en el país un régimen democrático. Desde que llegaron al poder en 1979 han pasado 42 años, y Ortega ha encabezado el gobierno durante casi 20. El pueblo fue engañado, de la misma forma que lo han hecho los regímenes autoritarios de Cuba y Venezuela en América Latina. Los nicaragüenses están volviendo a sufrir como vivieron en tiempos de
Somoza; por eso el ensayista venezolano
Alberto Barrera Tyszka se refirió a Ortega como “el hijo de Somoza” en un artículo publicado en The New York Times.
Las acciones que está realizando la tenebrosa pareja Ortega-murillo son manifestaciones del agotamiento que viene experimentando su régimen y que se ha venido expresando con diferentes manifestaciones de la sociedad civil y los partidos políticos, y la preocupación de la comunidad internacional.
Es importante analizarlo y darle seguimiento porque han llegado hasta aquí porque suprimió la separación de poderes, destruyó la institucionalidad democrática y llegó a someter a las organizaciones de la sociedad civil para consolidar su régimen autoritario. Es la vía que han seguido en todos lados los cabecillas de movimientos populares una vez conquistan el poder, y que llegan a tener la osadía de pensar que son ungidos o iluminados por Dios para dominar a sus pueblos.
Antes la lucha para proteger la llegada de regímenes autoritarios en América Latina se enmarcaba en el contexto de la guerra fría que en ese tiempo hegemonizaban las dos grandes superpotencias mundiales, y que habían llegado a repartirse el mundo hasta con el oprobioso muro de Berlín que dividió Europa en dos bloques. Ahora las ideologías en todas partes han pasado a desempeñar un papel irrelevante, aunque los caudillos siempre necesitan mantener en su narrativa los llamados a la unidad del pueblo para defenderse del imperio y la oligarquía. En estos tiempos, los regímenes autoritarios han encontrado en el narcotráfico y el lavado de dinero el apoyo para sostenerse, prestando su territorio para realizar todo tipo de actividades ilícitas, lo cual les ha servido para corromper todas las estructuras del Estado, incluyendo las fuerzas de seguridad y el ejército. Rusia y China también se están sirviendo de estos regímenes para aprovechar su presencia en la región.
La tensión que vive Nicaragua amenaza la seguridad regional. Por eso el Consejo Permanente de la OEA emitió el 15 de junio una resolución condenando las acciones tomadas por el régimen. Sin embargo, al día siguiente Ortega desconoció el fallo recrudeciendo sus medidas represivas. Son hechos que demuestran cómo se vienen debilitando en Centroamérica los procesos democráticos que se iniciaron hace 40 años para resolver los conflictos sociales, por lo cual debe profundizarse en el análisis de las medidas que debe tomarse para frenar el retroceso que estamos sufriendo.
...Suprimió la separación de poderes, destruyó la institucionalidad democrática y llegó a someter a las organizaciones de la sociedad civil para consolidar su régimen autoritario.