LA IRÓNICA REALIDAD
Las inundaciones en el Área Metropolitana de San Salvador (AMSS) están en primera página. Las lluvias torrenciales que hemos sufrido ponen al descubierto el colapso de los tragantes y alcantarillas de aguas residuales. Y también pone en evidencia el irresponsable manejo que hacemos con la basura. Los tragantes están colapsados y cada lluvia arrastra ríos de basura. Las tuberías ya no dan abasto ante la urbanización creciente y desordenada. La tala de árboles y la pavimentación acelerada están a la vista.
Las recurrentes inundaciones son objeto de quejas de parte de la ciudadanía vulnerable, quienes todos los años están en riesgo y pierden activos familiares. Los funcionarios explican y acusan pero no resuelven. Esto sucede cada invierno, una y otra vez. Y ante esta realidad nos enfrentamos que la misma agua lluvia deja amplias y densamente pobladas zonas del AMSS sin agua potable. En un país en donde abunda el agua lluvia, nos quedamos sin agua potable. Irónico pero cierto.
¿Quién tiene que ver con los alcantarillados? Una ley de octubre de 1961 crea la institución responsable de los acueductos y alcantarillados en todo el país. Desde entonces existe la Administración Nacional (ANDA) con el “objeto de proveer y ayudar a proveer a los habitantes de la república de acueductos y de alcantarillados”. ANDA es administradora de acueductos y alcantarillados. No es reguladora del recurso hídrico.
¿Qué es un acueducto? Dice la ley que es “el conjunto o sistema de fuentes de abastecimiento, obras, instalaciones y servicios, que tienen por objeto el proveimiento de agua potable”. ANDA es la responsable, dice la ley, de asegurar que todas las familias y en todos los lugares tienen el acueducto para tener acceso a agua potable.
¿Qué es el alcantarillado? Dice la ley que es “el conjunto o sistema de obras, instalaciones y servicios que tienen por objeto la evaluación y disposición final de las aguas residuales”. Hasta ahora, ANDA es la responsable de asegurar que se cuente con un sistema adecuado para descargar y tratar las aguas residuales que incluyen las aguas lluvias.
Para darle vida a la ANDA, le transfirieron (a) los bienes raíces y muebles de la Dirección General de Obras Hidráulicas dependiente del MOP desde 1950, (b) los acueductos y alcantarillados incluyendo derechos, servidumbres y bienes útiles de municipios, instituciones autónomas y del Estado,
(c) todos los bienes inmuebles de las Juntas de fomento de agua departamentales y municipales y todas las instituciones autónomas necesarios para el cumplimiento de sus fines. Los recursos para la explotación y uso del recurso hídrico hasta entonces descentralizados en los municipios y departamentos se concentraron en una sola institución administradora.
La ley se ocupa de describir el alcance que tiene cada uno de los términos acueductos y alcantarillados aunque todos reconocen que la ley tiene limitaciones de contenido para un manejo responsable de recurso agua. Se confió a la ANDA la planificación, financiación, ejecución, operación, mantenimiento, administración y explotación de las obras necesarias del sistema para dar acceso y la descarga del agua.
Hasta ahora no hay regulación en el uso de agua porque no existe ente regulador. Por esto es fundamental el esfuerzo histórico que se ha hecho por una ley de aguas. Hay una nueva versión que merece discusión y consenso por el carácter del tema. El volumen de agua que se permitirá concesionar por 15 años es suficiente para satisfacer la necesidad de 193,000 personas. ¡Esto merece discusión!
El volumen de agua que se permitirá concesionar por 15 años es suficiente para satisfacer la necesidad de 193,000 personas. ¡Esto merece discusión!