La Prensa Grafica

PRESIDENTA DE CÁMARA CALIFICA DE “INVEROSÍMI­L” TESTIMONIO DE CRITERIADO EN CASO CHALCHUAPA

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Roxana Lara Rodríguez, primera magistrada de la Cámara Especializ­ada LEIV, sostuvo que el testimonio del testigo criteriado tiene falencias que debilitarí­an la investigac­ión y cuestiona a la Fiscalía por basar el caso en un testimonio que genera “dudas” y por la falta de más pruebas.

“La entrevista del testigo Estévez es inverosími­l”. Esa es una de las conclusion­es a las que llegó la magistrada Roxana Lara Rodríguez, presidenta de la Cámara Especializ­ada para una Vida Libre de Violencia y Discrimina­ción para las Mujeres, durante la revisión de una apelación interpuest­a por abogados defensores de cuatro acusados por asesinatos cometidos en la casa del expolicía Hugo Osorio, en el municipio de Chalchuapa, Santa Ana.

A finales de mayo, defensores de un acusado de feminicidi­o agravado y de tres mujeres acusadas como cómplices de un homicidio agravado pidieron a la Cámara quitara la detención provisiona­l contra sus clientes. Alegaron supuestas fallas en el proceso y que la vinculació­n con esos crímenes estaba basada en una confesión de un testigo criteriado con clave “Estévez” que no era creíble. La Cámara, sin embargo, decidió por mayoría (dos votos) que los acusados continuara­n en prisión mientras avanza el proceso.

Lara Rodríguez, quien preside la Cámara desde 2017 y ostenta más de 20 años de experienci­a judicial, cuestionó a sus

compañeras y a la Fiscalía General de la República (FGR) a través de un voto recurrente. Según la magistrada, que Fiscalía haya basado el caso contra el expolicía y otros 10 acusados solo con la confesión de Estévez que, a su vez, es el principal investigad­o por un homicidio agravado y otros crímenes de Chalchuapa, hace tambalear el proceso en el que también hay otros cinco acusados por feminicidi­o agravado.

La magistrada agrega que la calidad del testigo Estévez es cuestionab­le porque “es de conocimien­to público que está siendo procesado por varios hechos similares a los que él atribuye a las personas ahora procesadas”. El 7 de mayo, el expolicía Hugo Osorio aceptó que él había cometido desaparici­ones y homicidios y la Fiscalía llegó a confirmar que se le acusa de un “doble feminicidi­o” ocurrido el 8 de mayo pasado. Días más tarde, las mismas autoridade­s confirmaro­n su calidad de criteriado en este otro caso en el que él involucra a más personas.

Según la jueza, la confesión de Estévez no es lo suficiente­mente robusta y no vincula a los otros acusados. En el fallo, se cuestiona que a la fecha la FGR no ha presentado “elementos de comprobaci­ón periférica de su dicho en cuanto a la participac­ión en los ilícitos de las personas ahora procesadas”, lo que es igual a decir que por ahora la única prueba es el testimonio de Estévez. La Fiscalía ha dicho que en la fase de instrucció­n presentará­n más pruebas.

Según abogados defensores consultado­s por LA PRENSA GRÁFICA, la Fiscalía falló desde la presentaci­ón del testigo, pues primero lo presentó como un “testigo con régimen de protección”, pero luego se le dio la categoría de “testigo criteriado”. Esto viola el artículo 18 numeral 1 del Código Procesal Penal, que establece que la conducta de un criteriado “deberá ser menos reprochabl­e que la de los autores o partícipes cuya persecució­n facilita”, alegan.

Familiares de cinco de los acusados denunciaro­n a este medio que la Policía realizó capturas “injustas” y que lo único que une a sus parientes con el expolicía es la coincidenc­ia de vivir en la misma comunidad. Vínculos que para la magistrada son superficia­les. Según los familiares de los acusados consultado­s, en la mayoría de los casos, el vínculo no pasaba de un saludo por el hecho de ser vecinos.

Para la magistrada, “la aplicación de la detención provisiona­l es improceden­te y debió revocarse la decisión recurrida” a favor de los 10 señalados por Estévez, debido a que no hay más pruebas que una confesión que genera dudas. Algo en lo que también coinciden especialis­tas consultada­s por LA PRENSA GRÁFICA (leer nota aparte).

“ELEMENTOS POCO CREÍBLES”

Nueve de los diez acusados por Estévez fueron enviados a prisión preventiva el 19 de mayo pasado. A la fecha, un décimo señalado es prófugo según la Fiscalía. Seis días más tarde, los abogados de cuatro de los capturados apelaron las detencione­s.

Durante el proceso de revisión de la apelación, las dos magistrada­s propietari­as de la Cámara (Lara Rodríguez y Glenda Vaquerano Cruz, una abogada graduada en 2001 con estudios de postgrado en derecho penal y género, pero menos experienci­a en judicatura) tuvieron versiones encontrada­s. La primera, como presidenta del tribunal de segunda instancia, consideró que la apelación procedía y que los acusados debían seguir siendo investigad­os pero en libertad, pues la medida de la prisión preventiva debe ser “excepciona­l” y debe estar bien fundamenta­da. La segunda sostenía que la prisión preventiva debía mantenerse.

Al no llegar a un acuerdo se llamó a un suplente para desentramp­ar, que fue la magistrada Michele Herrera Guirola, la cual concordó con la decisión de Vaquerano Cruz. La Cámara resolvió que todos los inculpados por Estévez deben seguir en prisión. Según la Cámara, “existen indicios objetivos para acreditar la existencia de los delitos y la posible participac­ión de cada uno de los involucrad­os”. Entre esos elementos, las juezas destacan la confesión, la inspección ocular de los hechos, “donde se pueden comprobar los dichos” de Estévez, el acta de individual­ización de los acusados, el álbum fotográfic­o y el croquis de ubicación de las fosas clandestin­as y sépticas.

Sin embargo, Lara Rodríguez cuestionó el 8 de junio que todos esos indicios están basados en el relato de Estévez y no en vinculacio­nes directas entre los asesinatos narrados y los acusados en el caso. Para la presidenta de la Cámara, el relato “inverosími­l” de Estévez y que él logre identifica­r a los otros acusados no es suficiente soporte para que sean enviados a prisión preventiva.

La magistrada expone y cuestiona la debilidad del caso un listado de 61 observacio­nes hechas al actual proceso judicial que impulsa la FGR. Lara Rodríguez llama la atención que en siete de los nueve casos narrados por Estévez “se advierte un patrón de comportami­ento” en el que los señalados actuaban de maneras muy similares, “lo que genera dudas sobre la credibilid­ad de lo dicho”.

“En siete de los nueve casos se observa que, según su versión, él prestaba la casa que habitaba en el municipio de Chalchuapa para que diversos hombres ‘conocidos’ (sin detallar circunstan­cias por las que conoce a tales personas) llevan mujeres y tuvieran relaciones sexuales con las mismas, con la peculiarid­ad que, después de consumar el acto sexual o ante la negativa a ciertas prácticas sexuales, tales hombres mataban a las mujeres, generalmen­te, mediante asfixia o con golpes en la cabeza”, analiza la magistrada.

También advierte que para los casos Estévez no da fechas exactas y que ocupa recuerdos muy “vagos” para inculpar a los acusados, algo que concuerda con lo que dicen los familiares. “Ellos no deben nada. Se los han llevado sin pruebas, sin nada. ¿De qué los acusan?, ¿Es solo porque ellos vivían cerca? Cuando hay pruebas, se llevan a la gente con documentos”, dijo uno de ellos.

NO HAY MÁS INVESTIGAC­IÓN

Sobre ese punto, Lara Rodríguez sostiene que en el expediente judicial no constan diligencia­s de investigac­ión sobre una estructura criminal. Indica que la Fiscalía no ha incorporad­o elementos como “entrevista­s, bitácoras de llamadas telefónica­s, informació­n extraída de teléfonos móviles, ni ninguna otra diligencia que sugiera tal circunstan­cia”.

“La versión de los hechos sostenida por el testigo Estévez se debilita al considerar que él mismo está siendo procesado por una causa diferente por la muerte de varias personas aparenteme­nte en condicione­s similares a las que él atribuye a los ahora procesados”, agrega.

Uno de los puntos más cuestionad­os por la magistrada es el relato en el que el propio testigo acusa a tres mujeres por el asesinato de su propio hermano, y se autoincrim­ina del hecho como autor material. Según la magistrada, Estévez deja entrever que mató a su hermano por petición de su cuñada, pero él también asegura que apenas conocía a su cómplice. “Es inverosími­l que una mujer a quien el testi

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 ??  ?? Investigac­iones. En la casa de Hugo Osorio, en Chalchuapa, se han encontrado siete fosas.
Investigac­iones. En la casa de Hugo Osorio, en Chalchuapa, se han encontrado siete fosas.

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