LA PLUMA DE CALÍN LGBTQ+
Junio, mes del padre (de familia, no del cura), del solsticio (de verano, no de invierno), y de esta sopa de letras, que no gasto teclado definiéndolas pues ya sabemos qué significan. Pues resulta que un chero aguacatero (agricultor, no callejero) les sacó provecho digital para mover su cosecha, invitándonos a armar un sanguche LGBTQ+: Lechuga, Guacamole, Bacon, Tomates, Queso, y + (aceite de oliva, sal y pimienta).
¿Le ganará al Club Sandwich en inclusión de ingredientes? El LGBTQ+ es le perfecta fusión de vegetales (lechuga, tomate), fruta (el aguacate es una fruta), lo más rico del cerdo, y derivado lácteo. Sin duda alguna, el sándwich del mes: “Va pué, dame media caja de aguacates DOC (De Origen Coatepeque), enormes, ¡pura mantequilla!”
A diferencia de muchos “días de tonterías”, el día de LGBTQ+ (ayer 28 de junio, pero se manifestó el sábado en la marcha del orgullo más grande de nuestra historia) tiene profundo sentido pues busca la inclusión, el respeto y la tolerancia, y celebra la diversidad. “Vivamos y dejemos vivir”, exige la lorita Pepita ondeando la bandera del arcoíris.
El rosado representa la sexualidad; el rojo, la vida; el naranja, la salud; el amarillo, el sol; el verde, la naturaleza; el turquesa, la magia; el azul, la armonía; el violeta, el espíritu. Multicolor, y llena de energía como el sanguche
LGBTQ+.
Cada año, la bandera LGBTQ+ ondea con más vigor, como lo hizo el último sábado de junio en El Salvador, en rechazo absoluto al engavetamiento legislativo de la Ley de Identidad de Género, y la Ley por la Igualdad y la no Discriminación.
Pero hoy no se habla de política (estoy haartooo), solo les suplico, señores diputados, ¡EVOLUCIONEN! No evolucionar es morir (sabiduría de Darwin). Abramos nuestra mente para aprender a tolerar, a aceptar que todos somos homo sapiens, sin importar la forma de nuestro chasis, el color de piel, ni la orientación sexual. “Ummmmm” duda un chero cafetalero.
Yo sé, los baby boomers nos sentimos incómodos con las escenas XXX de Chema con su novio Lorenzo en ¿Quién Mató a Sarah? (no me aguanto por la nueva temporada), pero, tenemos que evolucionar. Para nuestros hijos es perfectamente normal, ¡vivamos y dejemos vivir! “o cambien de serie”, la lorita pasmada.
Pero más allá de orientación sexual, la bandera que celebra la diversidad, el respeto, la tolerancia y la inclusión, también ondea con más vigor en las empresas, sobre todo en las multinacionales. Aplausos para La Constancia, que va publicando políticas superinclusivas. Cierto, “la cerveza del orgullo no existe, lo que sí existe es el respeto por la diversidad y libertad de elegir”. Sigamos el ejemplo.
Tanto por evolucionar, tanta tela que cortar. Yo sé que el perverso Harvey Weinstein está en el bote, pero el #metoo debe seguir luchando contra la agresión sexual y a favor de la igualdad. Yo sé que al asesino blanco del negro Floyd (Derek Chauvin) lo van castigando con 22 años, pero el #blacklivesmatter debe seguir luchando contra la discriminación y brutalidad policial. Yo sé que Wicho aún anda suelto, pero cayendo Ortega en noviembre, efecto dominó y ¡luces, cámaras, acción! “Shhh, no hablés de política” me regañan.
A los chapados a la antigua, les traduzco la placa en casa de la vecina de mi hermana en Houston, bajo la bandera del arcoíris, que ondea a la par del Lone Star (la bandera de Texas): “En esta casa creemos que los derechos de las mujeres son derechos humanos. Que las vidas negras importan. Que ningún ser humano es ilegal. Que el amor es el amor”.
Yo sé el clamor por la inclusión, el respeto y la tolerancia, toma relevancia todos los junios, pero los #Millonesdemomentosconorgullo, tema de la marcha de este año, deben convertirse en billones. ¡Adelante!
Aunque algunos ladren, sigan cabalgando, sigan la bandera multicolor ondeando, los aguacates DOC comprando (los venden en Vidrí)...
...Y un sándwich LGBTQ+ disfrutando. “El mío con extra bacon” se escucha desde el patio”.
Pero hoy no se habla de política (estoy haartooo), solo les suplico, señores diputados, ¡EVOLUCIONEN! No evolucionar es morir (sabiduría de Darwin).