El Salvador habría ocultado 90 % de muertes por covid-19
Un informe elaborado por profesores de la INCAE y la Universidad de Nueva York estima que el 90.2 % del exceso de muertes registrado en 2020 corresponde a covid-19, no se reportaron como tal.
El Salvador tendría un subregistro de fallecidos por covid-19 que alcanzaría el 90 %, según una investigación realizada por profesores de la INCAE Business School y de la Universidad de Nueva York, publicada recientemente en el Journal of Global Health bajo el título “El rompecabezas de covid-19 en Centroamérica y Panamá”.
El estudio recopila las estadísticas oficiales de muertes totales registradas entre 2015 y 2020 en El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Además, recoge las valoraciones de los profesionales de la salud sobre la confiabilidad de los datos de su país.
Los investigadores tomaron las muertes totales de 2020 reportadas por cada país y a esta cifra le sustrajeron el promedio de fallecimientos registrado entre 2015 y 2019. Además, a este resultado le restaron las muertes por covid-19 reconocidas por los Gobiernos y concluye que el exceso, si se atribuye por completo al coronavirus, es el rango máximo de subregistro que enfrentaría cada país.
El Salvador tendría el subregistro más alto de los países analizados, pues estiman que el Gobierno habría ocultado el 90.2 % del exceso de muertes atribuido a la pandemia.
En concreto, el informe detalla que el promedio de muertes en el país, entre 2015 y 2019, fue de 28,064. Solo en 2020, los fallecidos por todas las causas llegaron a 35,368, es decir, 7,304 más que el promedio de los cinco años anteriores.
Mientras tanto, hasta agosto del año pasado el país reconoció 717 fallecidos por covid-19. Asumiendo que los 7,304 fueron todos por coronavirus, el Gobierno no habría reportado 6,587 muertes, que equivalen al 90.2 % del exceso atribuido a la pandemia.
La investigación destaca, precisamente, la falta de confiabilidad en los datos generados por los países de la región, en particular los del Triángulo Norte, es decir, Guatemala, Honduras y El Salvador. Nicaragua, que según el informe tendría un subregistro del 67.4 %, el segundo más alto de la región; no ha ofrecido estadísticas oficiales desde el inicio de la pandemia.
Los investigadores también exponen los factores que podrían explicar el subregistro de muertes por covid-19. En las zonas rurales, las más empobrecidas en la región, no todas las muertes se registran de la manera correcta, ya que es muy probable que no tengan acceso a un profesional de la salud y, por ende, es imposible confirmar la verdadera causa de muerte de una persona.
Pero también el personal sanitario del Triángulo Norte y de Nicaragua está convencido que las autoridades están manipulando los datos por intereses políticos y por eso no confían en las estadísticas gubernamentales.
“Las dudas sobre la confiabilidad de los datos de covid-19 fueron la principal preocupación de los profesionales de la salud entrevistados”, reza el documento. Los entrevistados son médicos que han estado atendiendo la pandemia en hospitales públicos y en clínicas privadas, profesionales en salud que trabajan o trabajaron para el Gobierno e incluso funcionarios de los gabinetes de gobierno.
“Las entrevistas con profesionales de
“El Salvador se destaca por reportar solo el 10% de su exceso de muertes para 2020 como muertes por covid-19, lo que representa una subestimación potencial del 90%”. INFORME SOBRE SUBREGISTRO DE COVID-19.
“Un giro alarmante de los acontecimientos es el de los líderes políticos que abandonan su responsabilidad de liderar los esfuerzos para controlar la pandemia”. INFORME SOBRE SUBREGISTRO DE COVID-19.
la salud en cada uno de los seis países son esclarecedoras, revelando que los profesionales médicos son conscientes de lo que enfrentan sus colegas de la región. Estas entrevistas buscaban ser un complemento de los datos estadísticos y proporcionar información sobre lo que los profesionales en el campo perciben o creen que está sucediendo”, explica el informe .
En El Salvador, el gremio de salud ha reiterado sus sospechas de manipulación de datos y las denuncias por la poca transparencia en el manejo de las estadísticas en torno al covid-19.
Incluso, el 2 de junio, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) advirtió que en El Salvador se habían duplicado los contagios. Sin embargo, este comportamiento no se reflejaba en los datos del sitio gubernamental covid19.gob.sv.
“Yo sigo creyendo que hay un subregistro (de casos)”, dijo el infectólogo Iván Solano Leiva el 15 de junio pasado, cuando LA PRENSA GRÁFICA lo consultó por el incremento de casos graves de covid-19. La falta de datos confiables también entorpece las políticas públicas. “No tenemos datos fidedignos ni apertura de datos para hacer un análisis científico sobre el comportamiento de la pandemia”, dijo Solano.
El informe señala que Costa Rica y Panamá, países con más ingresos que el resto de la región, han tenido a su disposición una mayor cantidad de pruebas de laboratorio y por eso sus datos son más elevados. Mientras tanto, los países más pobres se han quedado sin poder hacer los diagnósticos y, de haber tenido esa capacidad, las cifras serían mayores.
Además, subraya que persistió el temor de la población de acudir a los centros de salud y de infectarse, lo que también habría afectado las estadísticas.
El reporte también establece un vínculo entre la tendencia autoritaria de algunos gobiernos y la confiabilidad de sus estadísticas. El tinte autoritario facilita la manipulación de datos, mientras que los democráticos tienden a ser más abiertos para rendir cuentas a la ciudadanía.
“Es en los países pobres del norte del istmo, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala, donde existen dudas generalizadas sobre la confiabilidad de los datos sobre covid-19”, afirma la publicación.
“Los datos que se reportan no son correctos: no sé si están siendo manipulados o no, pero son incorrectos”, dice un médico salvadoreño citado en el estudio y quien fue entrevistado el 21 de octubre del año pasado.