ASAMBLEA GENERA FUERTE INCERTIDUMBRE Y DESCONFIANZA
Los países que logran altas tasas de crecimiento económico y bienestar social son aquellos que generan confianza, seguridad jurídica, certeza económica, estabilidad financiera y con esos grandes activos atraen inversión nacional y extranjera. Lo que ha hecho la Asamblea Legislativa que tomó posesión el 1 de mayo es exactamente lo contrario. Las primeras acciones que realizó la presente legislatura rompieron con el orden constitucional al destituir a los cinco magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general de la República, y con ello generaron una gran inseguridad jurídica, ya que los ciudadanos y las empresas han quedado desprotegidos ante actos arbitrarios del Estado y ante la violación de sus derechos constitucionales por medio de terceros afines a los gobernantes de turno.
El Salvador había avanzado grandemente en los últimos diez años en materia constitucional. Hoy se añora a los “cuatro fantásticos” que mantuvieron a raya tanto al presidente Funes como al presidente Sánchez Cerén. Esos magistrados dieron cátedra de independencia judicial y resolvieron en muchísimos casos controversiales, pero lo más relevante de su trabajo fue que enseñaron a que las resoluciones de la Sala de lo Constitucional son de cumplimiento obligatorio y que nadie puede cuestionarlas.
En momentos como los que vivimos en la actualidad es cuando se entiende y valora la separación de poderes, el que el Ejecutivo no pueda darle órdenes al Legislativo ni al Judicial. En estos días se aprende a valorar el equilibrio de poderes y la importancia de que el Ejecutivo no pueda tener control del Órgano Legislativo y menos aún del Judicial.
Desde que tomó posesión la Asamblea Legislativa y durante las ocho sesiones plenarias que ha tenido a la fecha se mantiene en vilo al país porque cada vez que hay una plenaria pueden aprobar cambiar la agenda, recibir cualquier pieza de correspondencia y aprobarla con dispensa de trámite. Las deliberaciones, discusiones y análisis de las piezas de correspondencia que se presentan son asunto del pasado. Hoy las comisiones están de adorno, son simples pasapapeles del presidente de la República. Si al presidente Bukele se le ocurre un día que quiere cambiar o crear cualquier ley, él lo anuncia como que ya es un hecho consumado, porque la Asamblea Legislativa es genuflexa y nunca va a contradecir al presidente.
Esta Asamblea Legislativa ha elegido a once magistrados de la Corte Suprema, a uno lo ha elegido dos veces en dos meses. Ha violado la Constitución en innumerables ocasiones, ha emitido madrugonazos en casi todas las plenarias, ya que todo lo hacen al caer la noche. La última plenaria comenzó el martes 29 de marzo y terminó temprano de la mañana del miércoles 30. Antes se criticaban los madrugonazos, el que se hiciera todo de noche a espaldas del pueblo, hoy se ha olvidado esas condenas que se hacían en el pasado.
Esta Asamblea Legislativa pasó una ley de amnistía para proteger a los funcionarios corruptos de esta administración que se aprovecharon de la ley de emergencia nacional para hacer licitaciones sin tener que respetar lo que indica la LACAP y le asignaron los contratos a parientes, amigos y a empresas relacionadas directamente con ellos. Lejos de combatir la corrupción, hoy protegen a los corruptos y los incentivan a seguir desfalcando al Estado.
La bancada de Nuevas Ideas en conjunto con las de GANA, PDC y PCN han aprobado innumerables préstamos internacionales con organismos financieros multilaterales, con el BCIE y dos fideicomisos para la agricultura que superan los $3,500 millones. Al no haber firmado un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional el gobierno ha generado una gran incertidumbre entre los inversionistas internacionales que le prestan al gobierno salvadoreño a través de bonos y se han cerrado las puertas del financiamiento tanto con esos inversionistas como con organismos multilaterales.
La Ley Bitcóin ha sido la cereza en el pastel al generar una incertidumbre enorme entre todos los ciudadanos, los empresarios y los inversionistas internacionales al querer hacer de un cripto activo una moneda que se supone que va a circular en conjunto con el dólar. Nadie comprende cuál es la ventaja de querer pasar de dólares a bitcóin y de regreso a dólares si en esas conversiones los ciudadanos y el Estado van a perder mucho dinero. Tampoco se comprende cómo va a funcionar la aplicación “Chivo” y ese va a ser el bitcóin salvadoreño emitido por el Banco Central de Reserva, es decir la nueva moneda nacional, solo que digital y que sustituirá al dólar de Estados Unidos.