HAITÍ ENFRENTA FUTURO INCIERTO TRAS MAGNICIDIO
La muerte de Moise deja abierta la cuestión de quién debería sucederlo legítimamente en el cargo.
Haití, sumido en la crisis y el caos, encara un futuro incierto tras el asesinato del presidente Jovenel Moise. La inflación y la violencia pandillera en el país están por las nubes mientras escasean los alimentos y combustibles
y el 60 % de los trabajadores haitianos gana menos de $2 diarios.
Haití aún no termina de recuperarse de un terremoto devastador en 2010, el huracán Matthew en 2016 y una larga historia de dictaduras e insurrecciones. De hecho, durante el gobierno de Moise, quien gobernó por decreto más de un año y se enfrentó a violentas protestas cuando los críticos lo acusaron de tratar de acumular más poder mientras la oposición exigía su renuncia, el país se había vuelto cada vez más inestable.
Según la Constitución, Moise debería ser reemplazado por el presidente de la Corte Suprema, pero este falleció hace poco por covid-19, dejando abierta la cuestión de quién podría suceder legítimamente en el cargo. Luego del magnicidio, dos hombres reclaman que les pertenece el puesto de primer ministro, Claude Joseph y Ariel Henry.