UN SALARIO MÍNIMO DIGNO Y UNA PENSIÓN DIGNA
Estamos satisfechos y contentos por el anuncio del aumento de 20 por ciento al salario mínimo; pero a la vez, estamos esperando el anuncio de una pensión digna, para los que cobramos debajo de los 300 dólares que no se igualan al salario mínimo que será de 360 dólares aproximadamente, expresaban muchos pensionados con los que estoy en contacto. Esta realidad distorsiona el parámetro igualitario de lo mínimo. Sabemos que la canasta básica en vez de bajar sube día a día y claramente con esa pensión indigna ya no se puede vivir. Expresamos muchos pensionados que por decreto de la ley que existió de la revalorización de las pensiones del 6 por ciento anual, lo que nos favorece a pensiones muy mínimos, desafortunadamente, hace más de 20 años y para ser más específicos, en la administración presidencial del Dr. Calderón Sol, se abolió dicha revalorización. Muchos de estos pensionados estamos en una edad avanzada, cerca de los 80 años, y todavía con obligaciones económicas, lo que nos oprime el deseo de seguir viviendo, por lo que para que esto no ocurra solicitamos a los honorables señores diputados se pongan en nuestros zapatos y que dictaminen un aumento también a las susodichas pensiones indignas. Tenemos una disyuntiva y preocupación, por lo que expresamos por el señor ministro de Hacienda, hace algunos días: su desconocimiento de dónde saldrán los fondos con el que el Gobierno ha prometido subsidiar el aumento al salario mínimo a las micro y pequeñas empresas; pero aún consideramos que es una cuestión técnica, la que debe analizarse y no desviarla a temas políticos. Nuestras necesidades son físicas humanas, para nuestra existencia, y deseamos despedirnos de la vida que Dios nos ha regalado dejando a nuestros descendientes el fruto de nuestro esfuerzo laboral. Como pensionados, pedimos el incondicional apoyo de nuestro pueblo laborioso, para que también en el futuro puedan gozar de un retiro o pensión digna. ¡Que Dios nos bendiga a todos!