LAS LLUVIAS PONEN EN PELIGRO SU CASA
Su casa de adobe, que fue edificada hace 18 años, necesita reparaciones para mantenerse en pie en la época de lluvias.
“Mi esposo comenzó a construir esa casita, pero la hizo él aprendiendo. Las paredes ahorita con un poquito se caen”.
María Luisa Arévalo,
AFECTADA POR LAS LLUVIAS
Hace 18 años, el esposo de María Luisa Arévalo construyó la casa en la que ahora viven sus hijas. María bromea diciendo que, en ese momento, su esposo estaba aprendiendo el oficio de la construcción y por eso algunas de las paredes están desniveladas.
Pero lo cierto es que, para ella y su familia, hacer reparaciones en esa vivienda es crucial, pues algunas paredes necesitan ya un refuerzo que les ayude a soportar la temporada de lluvias. Así mismo, asegura que deben hacer remiendos en el techo de teja y mejorar algunas partes de la vivienda. María quiere mantener un espacio cómodo y seguro para su familia.
Actualmente, su casa la rodea el río Grande de San Miguel, que con la fuerza de la corriente ya ha dañado parte de un terreno que está aproximadamente a 15 metros de su vivienda. María explica que con las tormentas pasadas, “el barranco se abrió” y creó una división peligrosa, en especial porque esa tierra se “afloja” con la humedad, relata.
La parte trasera de su casa colinda con una quebrada y aunque asegura que nunca han tenido problemas de desbordamientos, es un terreno en el que deben tener un poco de cuidado en esta temporada.
De acuerdo con María, lo más urgente para reparar en su casa es la fosa séptica, que se encuentra cerca de la quebrada del río. Hace un tiempo tuvieron problemas con la anterior y deben construir una nueva.
El esposo de María, a paso lento, está trabajando en ello, pero los recursos económicos no son suficientes. Ella se encarga del trabajo en la casa, él se dedica al cultivo de maíz, y no han podido recaudar suficiente para terminar el proyecto y solventar esa necesidad tan básica para la vivienda.