CONTROL POLICIAL Y SIN INTERNET MÓVIL
El régimen responde a las protestas con frenos a la libertad de expresión.
Un día después de varias manifestaciones contra el desabastecimiento, los cortes de energía y las carencias en Cuba, que terminó con contramarchas de simpatizantes del gobierno e incidentes en varios puntos del país,
La Habana estaba el lunes fuertemente custodiada y con el servicio de internet móvil cortado.
El presidente Miguel Díaz-canel compareció junto con todo su gabinete en la televisión nacional y atribuyó a una campaña montada desde Estados Unidos los sucesos de la víspera, que incluyeron marchas antigubernamentales completamente inusuales para la isla, detenciones violentas, saqueos de tiendas y patrullas de policía dañadas.
Miles de personas desafiando el calor se lanzaron a las calles el domingo por la tarde en varios puntos de la capital, desde el icónico Malecón, pasando por el populoso barrio de Centro Habana, hasta el Prado. Fueron marchas sin una organización específica que se armaban en uno y otro lado a medida que más gente llegaba, constató The Associated Press.