BAJA PROBABILIDAD DE ACUERDO CON EL FMI
A finales de enero de este año un alto funcionario del Fondo Monetario Internacional (FMI) dio a conocer a un grupo de inversionistas internacionales que tienen en sus portafolios bonos emitidos por el gobierno de El Salvador, que estaban negociando un acuerdo con el gobierno salvadoreño. Esa noticia causó que el riesgo país, medido por el Emerging Market Bond Index (EMBI), que se había cotizado en 8.18 % el 19 de enero, se redujera paulatinamente y que llegara a 5.38 % al 30 de abril.
Al asumir la nueva Asamblea Legislativa el 1 de mayo, lo primero que hicieron ese sábado fue destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional y al fiscal general de la República, pero además nombraron a sus sustitutos en la misma plenaria. Esas medidas del órgano legislativo ocasionaron que el lunes 3 de mayo el riesgo país subiera de 5.38 % a 6.49 % en un solo día. El 4 de junio el gobierno anunció que rompía el convenio con la OEA y eliminaba a la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad de El Salvador (CICIES) y el sábado 6 de junio el presidente Bukele anunció en un video que se pasó en Miami que implementaría el bitcóin como moneda de curso legal en el país.
Tanto la eliminación de la CICIES como la aprobación de la Ley Bitcóin (9 de junio) ocasionaron que el riesgo volviera a subir durante junio y esa tendencia se ha mantenido hasta el 12 de julio, fecha en la que el riesgo de El Salvador llegó a 7.89 %. Ese nivel de riesgo es el que tenía El Salvador el 15 de enero, fecha anterior al anuncio del FMI que negociaba un acuerdo con el gobierno.
Ecuador y Costa Rica son dos países que firmaron acuerdos con el FMI en este año y por ello han tenido un comportamiento contrario al de El Salvador. Ecuador tuvo su riesgo máximo el 8 de marzo cuando se cotizaba en 13.69 %, mientras que Costa Rica tenía un riesgo de 5 % y el de El Salvador era de 6.03 %. Desde entonces los riesgos de Costa Rica y Ecuador han caído por lo que al 12 de julio el riesgo de Ecuador era de 7.67 %, el de Costa Rica fue de 4.65 % y el de El Salvador se elevó por arriba del de Ecuador a 7.89 %.
Ecuador se consideraba un país altamente riesgoso, al igual que Argentina y Venezuela, antes de que firmara un acuerdo con el FMI y de que fuera electo el 11 de abril el nuevo presidente de ese país, Guillermo Lasso. Costa Rica también logró reducir su riesgo en la medida que acordó con el FMI un acuerdo de servicio ampliado a tres años por $1,778 millones, que posteriormente fue aprobado por el directorio ejecutivo del FMI el 1 de marzo.
El caso de El Salvador se ha ido complicando en la medida que la misión del FMI que inició el 7 de abril, a esta fecha todavía no ha podido emitir un comunicado conjunto con el gobierno salvadoreño, en el que den por concluida la misión y que den a conocer el acuerdo al que llegaron para poder otorgarle al país un acuerdo de servicio ampliado, a tres años, por $1,300 millones.
Inicialmente se consideraba que el acuerdo estaría terminado en mayo, una vez que la nueva
Asamblea Legislativa tomara posesión; después se indicó que se esperaba que el acuerdo fuera firmado a principios de junio; pero en la medida que el gobierno salvadoreño ha ido tomando medidas que favorecen la corrupción, que destruyen el Estado de derecho y la división de poderes, que ponen en peligro la sostenibilidad de la dolarización con una medida tan riesgosa como la de darle curso legal al cripto activo bitcóin, que funcionarios del actual gobierno han sido señalados de corruptos por el gobierno de Estados Unidos, todo apunta a que la probabilidad de firmar un acuerdo con el FMI se ha reducido grandemente.
El riesgo de impago de la deuda del gobierno salvadoreño seguirá subiendo en la medida que el presidente Bukele no dé marcha atrás con las medidas adoptadas entre mayo y julio, dado que las posibilidades de apoyo con financiamiento externo se reducirán significativamente y eso pone en peligro al sistema financiero nacional. Las esperanzas de un cambio de parte de Bukele son casi inexistentes, por lo que hay que prepararse para un escenario muy complicado en lo que resta de 2021 y en los años venideros.
El riesgo de impago de la deuda del gobierno salvadoreño seguirá subiendo en la medida que el presidente Bukele no dé marcha atrás con las medidas adoptadas entre mayo y julio.