¡Gritalo que esa es tuya!
Medio siglo tuvieron que esperar los Bucks para ganar un anillo en la NBA. Anoche vencieron a los Phoenix Suns.
Los Milwaukee Bucks del griego Giannis Antetokounmpo se proclamaron anoche campeones de la NBA, su primer título en cincuenta años, tras derrotar por 4-2 en las Finales a los Phoenix Suns en un duelo emocionante desde el principio.
Un impresionante Antetokounmpo, con 50 puntos y 14 rebotes, aplastó anoche a los Suns (105-98) para darle a los Bucks el segundo anillo de su historia después del que lograron en 1971 con Kareem Abdul-jabbar y Oscar Robertson al frente. Antetokounmpo fue elegido MVP de las Finales tras una actuación portentosa e histórica a lo largo de toda la serie. UN premio merecido para el jugador griego que se lució.
Los Bucks perdían 0-2 tras los dos primeros encuentros en Phoenix, Arizona, pero se rehicieron de forma magistral hasta sumar cuatro victorias consecutivas que les dieron el título haciendo honor al grito de guerra de sus fans: “Bucks in Six” (Los Bucks ganan en seis partidos).
El sexto y definitivo encuentro de ayer contó con la emoción y la tensión de las grandes noches puesto que los Bucks y los Suns llegaron al último cuarto con empate a 77 en la pizarra.
En un final muy apretado, Khris Middleton (17 puntos) se unió a Antetokounmpo, el gran héroe de la noche, para guiar a los locales hasta la victoria.
Los Bucks también se beneficiaron del mal partido de Devin Booker, extraordinario en estos playoffs de la NBA para los Suns, pero que tuvo una desafortunada actuación en este sexto duelo (19 puntos, con 8 de 22 en tiros, y 6 pérdidas de balón).
Chris Paul, que a sus 36 años disputó y perdió sus primeras Finales, fue el principal referente de los Suns con 26 puntos y 5 asistencias en el partido.
La ciudad de Milwaukee se volcó ayer con los suyos, ya que miles de personas se congregaron en los alrededores del Fiserv Forum -lleno hasta la banderapara seguir el partido en pantallas gigantes y apoyar a su equipo en un duelo clave y que, al final, quedó en manos de Antetokounmpo y compañía.
Los seguidores de Milwaukee habían esperado medio siglo para festejar una coronación.