BAILARINES
Haciendo fila en el súper, una señora que bordeaba los cuarenta o cincuenta años me observaba de refilón, no le pasé la mirada inmediatamente, reconozco que la naturaleza no fue benigna conmigo y que mis atributos faciales no son acicalados, entonces descarté cualquier intento de perturbación personal, pero sí de soslayo noté que la señora quería platicar muy gentilmente y ante esas vibras cordiales inicié una pequeña conversación.
Abordamos temas raudos, el calor, la canasta básica y el infaltable tema de la política, le presté mis oídos, “yo tengo miedo cómo van las cosas, no sé mucho, pero veo que nos estamos endeudando demasiado”, me apuntó, “cada martes hay aprobación de créditos y estos nuevos tribunos que son jóvenes hasta videos donde están bailando les sacan, y ni pueden bailar, les falta coreografía o quizás porque ya están entonados; mire pues a lo que hemos llegado, yo tengo miedo, usted, a saber dónde vamos a parar, en las comisiones se hacen los serios pero para los saraos son buenos y como ahora están ganando bien no les importa gastar lo que sea”.
La interrumpí y le manifesté que el grupo es homogéneo, “quizás sí”, me respondió, “porque hasta cantantes de rock hay, mire, es un cipotero, ya los vio, dicen allá en mi barrio que ni el bachillerato han sacado algunos, yo no creo, usted, los anteriores tribunos eran acartonados y avinagrados, estos nuevos son la antípoda, estos han salido bailarines y lúdicos, tengo una vecina que conoce a varios y me cuenta que a uno de ellos le gusta el ‘jarabe’ en cantidades industriales, otro cuando se echa ‘dos que tres’ se vuelve virulento, hay uno que es algo mofletudo, es bien ‘comelón’”.
La señora estaba entusiasmada contándome las peripecias, pero tuve que frenar la charla porque sentí que estaba invadiendo la privacidad etílica de personas que yo no conozco y no me interesa saber. Llegamos a los respectivos cajeros en paralelo, me despedí respetuosamente de la señora, pero me dejó plana, me fui elucubrando en el camino que la gente está despertando, que los organismos internacionales no quieren soltar la plata, que el discurso matonesco ya no pega, que cualquier enroque social y político que hacen la población se los adivina, que el ciudadano de a pie ya no lo duermen, no hay que ser tan ingenuos y pubertos queriendo sorprender al mundo, una lupa se queda corta cómo nos observan. Para eso mi madrina que era avispada y repentista una vez le dije que sentía piquetazos en la cabeza y me contestó que lo que tenía era “vela encendida”, inmediatamente póngase la ropa interior al revés, me afirmó.
No tengo ningún encono con nadie, mucho menos urticaria, pero si no cambian de parecer les va a tocar hacer turismo interno para el resto de su vida. Mi punto de vista personal: pienso que están sacrificando a estos muchachos inexpertos en temas de la vida, se están llenando de censores, detractores, anticuerpos de políticos, de la sociedad civil y sus familiares que cuando la historia se revierta todos van a querer mojar su semita en ellos. Mi petición al país de las mil oportunidades: no dejen caer esto, es cierto que ustedes no tienen que meterse, pero tienen mucha inversión en nuestro El Salvador y parte de la incipiente democracia se la debemos a ustedes.
Están sacrificando a estos muchachos inexpertos en temas de la vida, se están llenando de censores, detractores, anticuerpos de políticos, de la sociedad civil...