FINANCIAMIENTO
Los economistas plantean que ante la falta de un acuerdo con el FMI, las opciones de financiamiento con entidades multilaterales se irán cerrando, por lo que el Gobierno salvadoreño se vería obligado a acudir nuevamente a los inversionistas internacionales con nuevos Eurobonos.
Sin embargo, en los mercados de valores el riesgo se traduce en tasas de interés. El Indicador de Bonos de Mercados Emergentes (EMBI) es el principal indicador de riesgo país y está calculado por
JP Morgan Chase y actualmente está en 8.96 % para El Salvador, muy por encima del 3.5 % promedio de Latinoamérica.
Entonces, a medida aumenta el riesgo, será más difícil al Gobierno salvadoreño colocar nueva deuda en los mercados y deberá ofrecer mayor pago de interés.
Es decir, ese 8.96 % sería la base y tendría que dar un incentivo extra el Gobierno salvadoreño para una nueva emisión de deuda soberana, que puede llegar a un 12 % o 16 %, que representaría un aumento en el pago del servicio de la deuda y restar recursos a otras áreas.
Si se sale a los mercados bursátiles para cubrir la brecha presupuestaria, Lemus estima que se deberán conseguirse unos $1,500 millones por año.
“Siempre se puede encontrar quién compre la deuda de El Salvador, lo que pasa es que pone al país en una situación inviable su capacidad de pago futura por el elevado nivel de endeudamiento”, advierte al respecto.