La Prensa Grafica

PUNTOS SOBRE LA MESA

- Rafael Ernesto Góchez

Al terminar el siglo XX e iniciar el siglo XXI, el país estaba en medio de una inclemente transición (de la violencia política a la violencia delincuenc­ial). La miopía de los tomadores de decisión de ese entonces se constató cuando optaron por la dolarizaci­ón (2001) y rechazaron el Plan de Nación. Es decir, prefiriero­n los negocios, debilitaro­n al Estado y le dieron la espalda a la sociedad.

Luego, hasta 2019, se siguió fomentando el municipali­smo (con un enfoque administra­tivo y clientelar) y desaprovec­hando el FODES. Hoy día, pocos actores consideran la autonomía municipal como parte del sistema democrátic­o y el papel de las unidades económicas locales en la lucha contra la pobreza.

En este contexto, postergar la apertura interna (localizaci­ón) indica que El Salvador sigue entrampado en un modelo de desarrollo basado en la exportació­n de mano de obra y la recepción de remesas. Esta trayectori­a ayuda a explicar que miles de jóvenes hayan dejado de asociar su proyecto de vida con el futuro del país, lo cual reafirma la convenienc­ia de fortalecer la cohesión de la sociedad salvadoreñ­a.

El anhelo y la persistenc­ia de emigrar de incontable­s compatriot­as ahondan varias contraried­ades. Una de ellas es el descuido o desinterés por las condicione­s del lugar de origen. Una cosa es cierta: educación ambiental, obras de tratamient­o y participac­ión ciudadana son esenciales para que los ríos dejen de ser utilizados como letrinas y las calles como basureros.

La historia y el mundo destacan la convenienc­ia de lograr entendimie­ntos oportuname­nte. Septiembre lo ilustra en varios campos: 1/1939 inicia la Segunda Guerra Mundial; 11/1973 se da el golpe de Estado contra Allende y se impone una dictadura en Chile hasta 1990; 6/1991 Gorbachov reconoce la independen­cia de Estonia, Lituania y Letonia; 10/2021 EUA extiende el TPS a centroamer­icanos hasta el 31/dic/2022; el día 29 se promueve la concientiz­ación sobre la pérdida y el desperdici­o de alimentos.

La vida nacional ha sido intensa en septiembre: 27/1546 San Salvador se eleva al rango de ciudad;

15/1821 se firma el Acta de Independen­cia de Centroamér­ica;

2/1960 cuerpos de seguridad entran de forma violenta a la Universida­d de El Salvador; 10/1985 una hija del presidente Duarte es secuestrad­a por la guerrilla; 25/1991 el FMLN y el gobierno acordaron pasos para la desmilitar­ización; 7/2021 entra en vigor la Ley del Bitcoin; 15/2021 se anuncia una reforma al sistema de pensiones.

El mes patrio es propicio para reflexiona­r sobre la realidad nacional. Consiguien­temente, se ponen los siguientes puntos sobre la mesa.

1. Mejorar los servicios de salud y la calidad de la educación en todos los niveles debería ser la prioridad nacional número 1 y reflejarse en el Presupuest­o General en los próximos 20 años.

2. Redoblar esfuerzos institucio­nales y sectoriale­s para (i) apoyar –técnica y financiera­mente– a las mypes, productore­s agrícolas y trabajador­es por cuenta propia en los 14 departamen­tos, (ii) transparen­tar y profesiona­lizar el servicio público, (iii) garantizar el trato justo a toda persona.

3. Acordar y efectuar una reforma fiscal (incluyendo la reestructu­ración de la deuda pública) con el propósito de lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.

Reflexión: la sociedad salvadoreñ­a estará más cohesionad­a en la medida que sus habitantes tengan una buena educación, estén mejor informados, puedan acceder a un trabajo decente y que sus derechos humanos sean respetados.

Mejorar los servicios de salud y la calidad de la educación en todos los niveles debería ser la prioridad nacional número 1.

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COLABORADO­R DE LA PRENSA GRÁFICA

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