AUDITORÍA ENCONTRÓ VACÍOS EN $4.6 MILLONES DEL PRÉSTAMO DEL ROSALES
LA AUDITORÍA DE 2020 NO PUDO COMPROBAR EL DESTINO DE $4.6 MILLONES . EL MINISTRO DE SALUD NO RESPONDIÓ SI YA SOLVENTARON LAS OBSERVACIONES DE LOS AUDITORES.
Una auditoría del préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para financiar el Programa Integrado de Salud II (PRIDES II), que incluye la construcción del nuevo hospital Rosales, no logró comprobar la existencia de $4.6 millones en insumos y equipos supuestamente adquiridos por el ministerio de Salud (MINSAL) en 2020, para la pandemia de covid-19.
El 23 de agosto pasado, el BID publicó en su página web el “Informe de los Auditores Independientes y Estados Financieros correspondiente a 2020”, realizado por la firma Pricewaterhousecoopers (PWC). Los resultados de la auditoría llegaron a las manos del ministro de Salud, Francisco Alabi, el 30 de abril de este año, indica el documento.
Durante 2020, el MINSAL acumuló $24,848,420 en desembolsos provenientes del préstamo para el PRIDES II y gastó $22,294,244, señala el informe.
PWC afirma que los estados financieros que revisó “presentan razonablemente, en todos sus aspectos importantes, el efectivo recibido, los desembolsos efectuados y las inversiones” del PRIDES II, a excepción de $4,673,030.
El 20 y 26 de marzo de 2020, y con autorización del BID, el MINSAL redireccionó cerca de $20 millones para la pandemia de covid-19 y de eso gastó $14.1 millones. El monto erogado incluye $4,673,030 en insumos y equipos que, según la versión del MINSAL, se entregaron a centros asistenciales, entre ellos el Hospital El Salvador (HES), que ha sido cuestionado por irregularidades en su construcción y falta de transparencia en su manejo.
Sin embargo, al momento de la auditoría, PWC no encontró en el inventario los bienes que se compraron con esos $4.6 millones, por lo que no pudo confirmar lo dicho por el ministerio.
“No nos fue posible obtener evidencia suficiente y apropiada de auditoría para verificar la existencia física de los bienes detallados en la Nota 11 a los estados financieros, cuyo costo de adquisición ascienden a $4,673,030, debido a que estos bienes no están registrados en el sistema de activos fijos (SIAF) del Hospital El Salvador y no se ha realizado la codificación física interna de los mismos”, dice la opinión calificada de PWC.
“Que los auditores califiquen una opinión significa que la mayor parte está bien, pero que no meten la mano al fuego por un aspecto en concreto”, dijo una auditora fiscal, que prefirió el anonimato.
La construcción de un nuevo hospital Rosales es una de las promesas que Nayib Bukele desempolvó en su discurso del Bicentenario de la Independencia, el 15 de septiembre. Es un proyecto que gestionó el último Gobierno del FMLN, partido que en 2017 expulsó a Bukele de sus filas, aunque la responsabilidad de ejecutarlo
ha recaído en la actual administración.
LOS VACÍOS
La contratos cuestionados son los 28/2020 ACP-UGP, 30 /2020 ACP UGP, 31/2020 ACP UGP y 32/2020 ACP UGP. El primero se firmó el 8 de abril y los demás el 21 de ese mismo mes, todos para la emergencia del covid-19.
El contrato 28/2020 se suscribió con la Corporación Noble S.A. de C.V y ascendió a $11,442,300, pero la auditoría no logró comprobar el justificante del MINSAL para $2,931,300. La versión pública del contrato, colgada en el sitio de transparencia del ministerio, indica que esos $2.9 millones fueron para 279 sets de accesorios e insumos para respirador artificial adulto pediátrico y 300 aspiradores de secreciones.
El contrato 30/2020 fue para 104 monitores de signos vitales no invasivos valorados en $304,200 y se suscribió con ST Medic S.A. de C.V. “Estos bienes están registrados en el sistema de activos fijos (SIAF) del Hospital El Salvador, pero no han sido codificados cada uno de los bienes físicamente”, dice la auditoría.
El contrato 31/2020 se suscribió con Corporación Noble por $413,779.50 y fue para 75 monitores de signos vitales no invasivos; mientras que el 32/2020 se firmó con Apamo S.A. de C.V por $1,023,750, para la compra de 150 monitores multiparámetros adulto/pediátrico.
Desde el viernes 17 de septiembre, LA PRENSA GRÁFICA buscó al ministro Alabi, quien firmó los contratos cuestionados, para conocer su versión y consultarle si el MINSAL ya desvaneció las observaciones de la auditoría. Se enviaron las preguntas a la Secretaría de Prensa de la Presidencia y también al correo institucional del funcionario, pero no hubo respuestas. Ayer, a su salida de una entrevista televisiva, este periódico intentó en dos ocasiones consultar a Alabi sobre esta auditoría, pero el ministro no permitió que se le abordara.
Wilson Sandoval, coordinador del Centro de Asesoría Legal Anti Corrupción (ALAC), consideró “críticas” algunas cuestiones señaladas en la auditoría. “Que no se obtuviese evidencia de que adquisiciones con fondos BID se encuentren en el sistema de inventarios sobre activos fijos ... deja entrever que no hay un cumplimiento estricto del manejo de activos en el Hospital El Salvador”, indicó.
El ALAC señaló que el proceso de ingresar bienes al inventario de activos fijos de las instituciones públicas es casi inmediato, ya que no pueden abandonar las bodegas sin el respectivo código, por lo que equipos adquiridos en abril del año pasado debieron estar debidamente registrados cuando se realizó la auditoría.
“Estos bienes no están registrados en el sistema de activos fijos del Hospital El Salvador y no se ha realizado la codificación física interna”
PWC, EN AUDITORÍA 2020 DEL PRÉSTAMO PARA EL PRIDES II.
“De no justificarse (la existencia de estos activos frente a la población y el BID), estaríamos hablando de actos de corrupción”
Wilson Sandoval,
COORDINADOR DEL ALAC.