Astillas de Cortés Blanco
Para que
no nos perdamos en divagaciones estériles, tenemos que tener presente a cada instante que los seres humanos somos semejantes en muchas cosas, pero no en las percepciones personales.
Antes,
los circos llegaban a instalarse periódicamente en el antiguo y distinguido Campo de Marte. Hoy, si alguno pasa, se queda detenido en cualquier calle del viejo centro, haciéndoles señas a los posibles visitantes.