65 años haciendo petates de tule
La familia Pérez se ha dedicado por décadas a este oficio, en la población de Yucuaiquín.
DÓLARES ES EL PRECIO DE LOS PETATES PEQUEÑOS QUE FABRICA DOÑA MARÍA CLEOFA.
María Cleofa Pérez, de 73 años, residente en el cantón Las Cruces, del municipio de Yucuaiquín, La Unión, se dedica a la elaboración de petates con tule o palma de agua.
La septuagenaria asegura que aprendió el oficio desde que tenía ocho años. “Este es un oficio que ha venido de generación en generación en la familia. Mi madre aprendió de mi abuela, y ella me enseñó a mí y yo a mis hijas”, afirma.
Doña María explica que el proceso de la elaboración de los petates comienza seleccionando la palma, la que cultiva en un terreno de su propiedad cercano a un nacimiento de agua. Luego la pone al sol por tres días y la corta en piezas para tejer.
Comenta que cada pieza debe llevar al menos 85 varas de tule.
Doña María explica que la palma se corta en época seca para poder trabajar el resto del año ya que la humedad la daña.
Según la artesana antes se tardaba dos días en la fabricación de un petate para una cama individual, pero actualmente por problemas de salud que le impiden trabajar a tiempo completo se demora entre tres a cuatro días.
Según doña María, el precio del petate de tamaño pequeño es de $7, y el más grande tiene un valor de $15.
“Las personas que me conocen me los encargan, me dicen ‘lo quiero para tal fecha’, ahí me pongo a hacerlo y tenerlo listo para el día que hemos acordado, sino los vendo en el mercado. También hay una señora del centro de Yucuaiquín que me manda a decir que le mande petates”, cuenta doña María.
Si desea adquirir un petate hecho por doña María Cleofa o encargar alguno de medida especial puede hacerlo en el puesto de venta que atienden sus hijas en el mercado municipal de Yucuaiquín.