LA PROTESTA, EN VERSIÓN DEL OFICIALISMO
Los legisladores oficialistas transmitieron en Facebook Live las protestas. “Ese no es el pueblo”, fue su frase favorita en las transmisiones. Por Laura Flores A.
etrás de dos barricadas de alambre razor, de más de 40 agentes de la Unidad de Mantenimiento del Orden (UMO) y de los portones de la Asamblea Legislativa, tres diputados de Nuevas Ideas presenciaron la marcha que llegó ayer hasta la Asamblea, la “casa del pueblo”.
Jorge Castro, William Soriano y Raúl Chamagua apuntaban con sus celulares y enfocaban a los manifestantes que les reclamaban varias de sus decisiones. Los tres transmitían la protesta a través de sus cuentas de Facebook. Su discurso, uno solo: “ese no es el pueblo”. “¿Cómo cuántos serán?”, preguntó Castro.
Junto a ellos, una decena de comunicadores institucionales y del grupo parlamentario de Nuevas Ideas documentaba la protesta. Uno de ellos cachaba un drone con la mano. “Casi nos lo bajan”, dice. Durante más de media hora, todos ellos formaron una valla al interior de la Asamblea observando la protesta, como quien mira un espectáculo.
Castro, Soriano y Chamagua actuaron ayer como los presentadores de lo que, para ellos, fue un montaje. Castro se puso frente a la cámara, de espalda a los manifestantes y habló a su audiencia. “No se cansan de que los sigan utilizando”, dijo en las palabras iniciales.
DActo seguido, brindó declaraciones a los medios y aseguró que los jueces que marchan son los que han aplicado justicia selectiva.
Soriano asomó por las rejas del portón. Sacó su celular y documentó la protesta que, cada vez, se escucha con más fuerza. Se desplazó de un lado a otro, frente al mismo portón, hablándole a su audiencia en Facebook. Repitió que se trataba de ARENA y el FMLN, que buscan desestabilizar al Gobierno.
La trasmisión de Soriano duró 20 minutos. Se detuvo para mostrar a la audiencia que algunos carros del parqueo de la Asamblea habían sido dañados por objetos que lanzaron los manifestantes. Terminó esta narración y, entonces, los medios institucionales rodearon a Castro para dar declaraciones sobre los daños que había generado la protesta.
Los manifestantes reclamaban, entre otras cosas, la falta de independencia judicial y la aprobación del bitcóin. Mientras, Nayib Bukele promocionaba el uso de la Chivo Wallet a cambio de un descuento en combustible.
Sin embargo, la protesta logró interrumpir la narrativa oficial, que debió dejar de tuitear bitcóin y se dedicó a desacreditar la marcha. El oficialismo, en Twitter; la protesta, en las calles.