Inversión en protección de la niñez se ha estancado
Un estudio de UNICEF y FLACSO sobre 200 años de políticas públicas para la infancia revela que el Estado ha dirigido menos del 1 % de su presupuesto a la protección de niños, niñas y adolescentes.
Alo largo de la historia de El Salvador como nación independiente, la inversión estatal en la niñez se ha concentrado en educación, dejando estancado el financiamiento de las políticas públicas para proteger a esta población, concluye un reciente estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).
El informe “200 años de políticas públicas para la infancia en El Salvador” se presentó esta semana, coincidiendo con la conmemoración del bicentenario de la independencia, el 15 de septiembre, y del Día de la Niñez y la Adolescencia, el 1 de octubre. El documento ofrece un recorrido por los prismas desde los cuales el Estado ha visto la infancia. Los años posteriores a la independencia estuvieron marcados por una “visión caritativa de la niñez desvalida”, que luego se convirtió en un enfoque higienista. Después comenzó a verse como parte de una problemática social más amplia y en los años recientes se adoptó el enfoque de los derechos de la niñez.
A lo largo de estas etapas, el discurso oficial sobre la infancia estuvo acorde los estándares internacionales, pero la asignación de recursos no estuvo a la altura de esas demandas: la mayor parte del financiamiento se dirigió a la educación y las políticas públicas de protección quedaron rezagadas.
Las estadísticas oficiales recopiladas en el estudio indican que, entre 1890 y 2015, menos del 1 % del presupuesto del Estado se dirigió a la protección de la niñez. La única excepción fue 1940, cuando representó el 1.09 %. En el otro extremo, el punto más bajo se alcanzó en 1990, con 0.20 %.
Un ejemplo son las salas cuna. La primera se abrió en 1904, pero no tuvieron impacto en la población porque no tenían los fondos suficientes para operar. “Su presupuesto siempre dependía de contribuciones de caridad de diversos orígenes. En 1913, por ejemplo, el establecimiento Lion d’or hizo una venta de cepillos a favor de la sala cuna”, recoge el informe.
En esa misma época, las instituciones a
“Sus niveles de inversión en la niñez y adolescencia en general (...) han sido endémicamente bajos”. Jimmy Vásquez,
ESPECIALISTA DE POLÍTICAS SOCIALES DE UNICEF.
“La retórica ha cambiado con los tiempos, (pero) los porcentajes de asignaciones presupuestarias se han mantenido constantes o han disminuido”.
UNICEF y FLACSO, EN INFORME SOBRE NIÑEZ.
cargo de niños y niñas sin cuidadores combinaban las actividades escolares con talleres de costura, zapatería o sastrería, que servían como fuente de ingresos para la institución.
Aunque la inversión estatal a lo largo de estos años se ha inclinado más a la educación, hasta la fecha no se ha logrado recuperar el nivel alcanzado en 1975, cuando el financiamiento para las escuelas primarias representó el 15.64 % del presupuesto del Estado.
“Las cifras hablan con claridad: la retórica ha cambiado con los tiempos, los porcentajes de asignaciones presupuestarias se han mantenido constantes o han disminuido”, concluye el informe.
UNA INVERSIÓN ENDÉMICAMENTE BAJA
El economista Jimmy Vásquez, especialista en políticas sociales de UNICEF, advirtió ayer que la inversión de El Salvador en su niñez y adolescencia ha sido “endémicamente baja”, ubicándose entre las más reducidas del mundo.
Vásquez, autor del informe con FLACSO, participó ayer en un foro de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO), donde presentó otro estudio, que evalúa las apuestas gubernamentales para la primera infancia.
Según los datos que presentó el especialista, en 2020 se dirigieron $161.30 millones para la primera infancia, esto incluye educación parvularia, educación inicial, desarrollo infantil y el Instituto Salvadoreño de la Niñez y Adolescencia (ISNA). Para 2021 son $166.87 millones.
Aunque estas cifras representan un incremento respecto a lo que se venía registrando al menos desde 2012, el país aún sigue por debajo de los parámetros internacionales.
“Sus niveles de inversión en la niñez y adolescencia en general, pero en este rango etario de los 0 a los 7 años (la llamada primera infancia), pues ha sido endémicamente bajos”, sostuvo Vásquez.
Antes de 2021, la inversión del Estado salvadoreño en la niñez de 0 a 3 años representó el 0.03 % de su Producto Interno Bruto (PIB, la suma de los bienes y servicios producidos dentro del territorio nacional).
“Dependiendo del año, serían entre $2 a $6 millones (invertidos) en ese momento de la vida en donde básicamente se desarrolla el 85 % de la capacidad cerebral de una persona ”, agregó Vásquez.
En cambio, el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) fue de 0.98 % de su PIB. Vásquez destacó que estas naciones invierten más, a pesar de que, a diferencia de El Salvador, los niños y niñas de 0 a 3 años tienen un menor peso dentro de sus poblaciones.
“Ya no se diga si nos vamos a los campeones mundiales en esta materia, que son economías escandinavas, Noruega, Islandia y Suecia, que hoy en día tienen una inversión de aproximadamente dos puntos del PIB en este rango etario”, agregó. En ese sentido, el especialista de UNICEF señaló que uno de los desafíos para El Salvador será cómo sostener la inversión que ya está haciendo y elevarla.