Astillas de Cortés Blanco
Con más frecuencia de lo imaginado, los inocentes juegos de azar se convierten en trampas de alto riesgo.
Siquiera por una vez en la vida cada uno de nosotros debería darle el lugar que le corresponde a nuestro respectivo destino natural.
¿Alguno de ustedes recuerda los antiguos cines del San Salvador de antes? Yo no sólo los recuerdo, sino que los revivo con frecuencia cada vez mayor.