El Barça va en plena picada
El Atlético de Madrid, guiado por Luis Suárez, Lemar y Joao Félix, venció a los culés y lo sumió más en crisis.
Despreciado hace un año por el Barcelona, aún en su memoria el momento en que Ronald Koeman lo apartó a los entrenamientos en solitario, Luis Suárez luce y gana en el Atlético de Madrid, con el que se tomó la revancha, goleador y asistente para devorar al Barcelona.
El 9 uruguayo pidió perdón en la celebración de su tanto, el 2-0 al borde del descanso, y se guardó un gesto para el banquillo azulgrana, en recuerdo de lo que sufrió aquel verano, de aquella llamada en la que el técnico le comunicó que debía buscar destino y entrenarse aparte.
Mientras Suárez golea, Koeman es el que ahora no cuenta para el Barcelona. Lo ratificó en su cargo Joan Laporta, su presidente, en las horas previas al choque en el Wanda Metropolitano, pero su sentencia ya parece escrita, tarde o temprano, porque su margen está ya agotado, tan dañado que parece imposible ser sostenido.
En un comienzo de partido que fue suyo, que manejó con criterio el Barça, el Atlético le creó más ocasiones que a sus últimos cinco rivales juntos, sin nada del otro mundo, más que un impulso de velocidad en la transición y los fenomenales futbolistas que posee en su colectivo.
A Lemar, cuya eclosión ya es incontestable. O a Joao Félix, el faro sobre el que se contrapuso el conjunto rojiblanco al jeroglífico que le propuso el Barcelona en todo el primer tramo.
Cuando el portugués exhibe su talento, su conducción, sus regates, cuando los expresa con la libertad y la ligereza de ayer, es un futbolista deslumbrante.
Su maniobra definitiva fue el 1-0, cuando con un giro desenfocó a Araujo y desordenó a toda la defensa rival, a merced del pase a Suárez y de la conexión posterior y ya decisiva con Lemar, que controló, condujo y remachó el gol al minuto 23.
El segundo tanto fue tras un un pase desde su campo de Joao Félix, que lanzó solos a la carrera a Lemar y del uruguayo frente a Piqué, el 9 se reivindicó frente al club con el que más brilló: aguantó el balón y batió a Ter Stegen, con Piqué bajo la línea, desesperado y finiquitado por Suárez, al que Koeman relegó.