“Quiero justicia para mi hija, aunque a ella no la voy a recuperar”
Madre de Fernanda Nájera, víctima de feminicidio, dice que el Estado ha actuado con negligencia en el caso.
Asolo cuatro meses de cumplirse tres años del feminicidio de Melvi Fernanda Nájera Quezada, el caso sigue en la impunidad; la audiencia preliminar ha sido postergada en cuatro ocasiones y el acusado de cometer el crimen, Michael Alejandro Castillo Murga, continúa prófugo de la justicia.
La última vez que la audiencia se suspendió fue el 24 de septiembre. Estaba programada en el Juzgado Especializado de Instrucción para una Vida Libre de Violencia y Discriminación para las Mujeres, en Santa Ana, y a solicitud de la defensa de la imputada Edith del Carmen Rivas de Murgas, abuela de Castillo, fue reprogramada. Según la defensa la imputada se encontraba enferma.
Ese día, al juzgado se presentaron tres de los cinco imputados en el caso: Donald Augusto Valdivieso López, exfiscal de la República, y su hermano, el médico Roberto Arturo Valdivieso López; así como Jacqueline Alejandra Martínez Herrera, novia de Castillo, acusados del delito de encubrimiento por alterar las investigaciones. Ese día se haría un reconocimiento de reos, pero también fue suspendido a petición de la Fiscalía General de la República (FGR) por la no comparecencia de testigos. Tanto la audiencia preliminar como el reconocimiento de reos fueron reprogramados para el 20 de octubre.
Los atrasos en la realización de la audiencia son para la madre de Fernanda, María de los Angeles Quezada, injusticias que la han llevado a un desgaste psicológico; sin embargo, aseguró que el acompañamiento que ha recibido últimamente de la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) la ha aliviado y confía en que en la fecha señalada por fín se realizará la audiencia.
María agregó que su lucha es para que también se haga justicia por el abandono del niño que ya tiene 4 años de edad, a quien ella y su pareja están criando. El menor ya va a primer año de kínder y los tres sobreviven de los ingresos de una pequeña tienda que tienen.
“Estoy peleando porque a mi nieto le quitaron el derecho de que disfrutara de su mamá y tienen que pagar”, enfatizó la madre de Fernanda.
Fernanda, originaria de Apaneca, tenía 23 años cuando fue asesinada con arma blanca por su expareja y padre de su hijo, Michael Alejandro Castillo Murga, según la Fiscalía.
El hecho ocurrió el 31 de enero de 2019, en la carretera que conduce hacia Concepción de Ataco, Ahuachapán. El hijo de ambos de 17 meses, en ese entonces, fue encontrado tres días después, abandonado en un bosque de la finca San José del municipio de Ataco. La Fiscalía determinó la participación de los otros cuatro procesados en el caso. que habrían ayudado a Castillo Murga a borrar evidencias.