Países que reciben más remesas no captan inversión
Según estadísticas del Banco Mundial, los países del Triángulo Norte son los que más remesas recibieron, pero los que menos inversión extranjera directa han atraído.
Especialistas en economía y finanzas públicas coinciden en que el fomento de las inversiones es una de las principales directrices para poder activar la recuperación económica de los países en desarrollo. En un escenario con déficit fiscal, inflación y altos índices de pobreza, la generación de empleos es vital. “El Salvador necesita como nunca los flujos de inversión privada, pero el escenario para esos flujos es muy, muy malo”, dijo el economista Carlos Acevedo en un foro organizado por la Universidad Francisco Gavidia.
Nicholas Virzi, director del área política de la Cámara de la Industria de Guatemala, evaluó las condiciones de los tres países que conforman el Triángulo Norte y el resto de la región y enfatizó que estos son los que más remesas han recibido en el último año, pero inversamente son los que menos inversión directa extranjera han captado.
Por ejemplo, El Salvador recibió el 23 % de las remesas de la región pero solo 6 % de la inversión; Guatemala recibió en 43 % de las remesas y solo 9.9 % en inversión y Honduras, 22 % de las remesas y 8 % de inversión extranjera. Esos datos contrastan con Panamá, por ejemplo, que recibió 2.3 % en remesas, pero 50 % de la inversión extranjera de la región.
“Los países que captan remesas no captan inversión y hay una razón simple: si un país no puede convencer a su propia población para quedarse va a tener muy poca capacidad para convencer a inversionistas a apostar por ese país”, dijo Virzi.
Acevedo explicó que según las últimas proyecciones del Banco Central de Reserva El Salvador crecerá un 9 %, dato que considera optimista pero posible dado que el país cayó un 8 % el año pasado. Aclaró además que los dos motores más importantes de este crecimiento son externos, remesas y exportaciones, estas crecieron a eso del 50 % en el primer semestre comparados con el 2020, pero comienzan a desacelerarse si se comparan con el segundo trimestre del 2020 que no fue tan malo como el primero.
El economista ve complicado un crecimiento sostenible de El Salvador por la situación fiscal, los niveles de endeudamiento, pero además por ostentar el tercer índice de riesgo más alto en Latinoamérica, solo por detrás de Venezuela y Argentina. “Antes de marzo el ENVI salvadoreño era de 5.3 y ha subido en días recientes a más de 11, se ha duplicado desde el primero de mayo”, dijo Acevedo.
Desde la destitución inconstitucional del Fiscal General y de la Sala de lo Constitucional, el desmantelamiento de la CICIES (la comisión de la OEA contra la corrupción y la impunidad), la lista Engel, la posible reelección del presidente y la destitución de jueces “una serie de hechos, más bien de carácter político, han encendido las alarmas y disparado el riesgo país a niveles jamás vistos, la Ley Bitcóin es la única de naturaleza económica”, dijo.
Añade que esto ahuyenta la inversión porque “si un gobierno irrespeta de una manera tan flagrante e inescrupulosa su propio marco constitucional ¿qué garantía tiene un inversionista de que le van a respetar las reglas del juego?”.