ECONOMÍA DIGITAL
Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), el desarrollo digital en el país en 2019 era así: 98 % de la población estaba cubierto por una red de celular móvil; la mitad usaba Internet; 1 de cada 4 hogares tenía acceso a Internet en casa; 17 % de los hogares tenía una computadora; 4 % de los hogares rurales tenía acceso a Internet en casa; 73 % de los jóvenes entre 15-24 años usaba Internet.
Estas cifras son importantes porque permiten dimensionar el esfuerzo requerido para aprovechar las oportunidades que brinda la economía digital. Hay sectores que se verán afectados, como la agricultura, el turismo y el transporte. Un reciente estudio del BID (https://publications.iadb.org /publications/spanish/document/a-un-clic-de-la-transicion-economia-digital-en-centroamerica-y-la-republica-dominicana.pdf) destaca la evolución del concepto, el cual se refiere a la manera eficiente de proporcionar nuevos bienes y servicios con tan solo un clic (gracias a Internet y las TIC). Bukht y Heeks definen economía digital como “esa parte de la producción económica derivada única o principalmente de tecnologías digitales con un modelo de negocio basado en bienes o servicios digitales’’. Los datos de la economía digital provienen principalmente de siete fuentes.
1. Mercado de comercio electrónico (ecommerce): abarca la venta de bienes físicos a través de un canal digital a un usuario final privado (compras como juguetes, multimedia, muebles, comida, etcétera).
2. Mercado de servicios electrónicos (eservices): la venta de servicios en línea y productos digitales a través de Internet. Incluye entradas a eventos deportivos, conciertos y cines, y servicio a domicilio.
3. Publicidad digital: utiliza Internet para entregar a sus usuarios mensajes de publicidad a través de varios formatos. Esto incluye publicidad en búsquedas, redes sociales, videos y más.
4. Medios digitales: se definen como canales de comunicación, contenidos y aplicaciones de medios audiovisuales que se distribuyen vía
Internet (películas, series, música, juegos digitales y más).
5. Servicios de movilidad en línea: incluye vuelos, servicios de comunicación por voz, viajes de larga distancia en autobús y boletos de tren que se reservan en línea, así como alquileres de carros.
6. Reservas de viaje en línea: son soluciones para los usuarios que hacen uso de espacios virtuales para realizar transacciones en línea (por ejemplo, Expedia, Hotels.com, Booking.com y Airbnb).
7. Fintech: es la abreviatura de “Tecnología Financiera”, permite el uso de aplicaciones que facilitan y simplifican muchas operaciones y trámites bancarios.
Los ingresos de la economía digital en Centroamérica equivalían al 6 % del PIB regional en 2019 y con la pandemia se ha dinamizado su actividad, en particular ecommerce y eservices. Muchos negocios practican el teletrabajo y venden en línea. La telemedicina y el aprendizaje a distancia han crecido. Sin embargo, la brecha educativa-tecnológica entre el AMSS y el resto del país representa un gran reto.
Reflexión: la economía digital puede favorecer la inclusión porque (1) hay pocas barreras de entrada para ofertar bienes y servicios, (2) permite que empresas se establezcan a bajo costo, (3) las mypes pueden participar en el comercio internacional, (4) los ciudadanos pueden mejorar el manejo de sus recursos financieros y la contraloría de fondos públicos. Entre los desafíos están (a) la recaudación de impuestos, (b) el acceso del empleado a seguro médico y pensión de vejez, (c) la existencia de servicios técnicos y financieros –con soporte digital– que sean asequibles para unidades económicas rurales.
Muchos negocios practican el teletrabajo y venden en línea. La telemedicina y el aprendizaje a distancia han crecido. Sin embargo, la brecha educativatecnológica entre el AMSS y el resto del país representa un gran reto.