“LA CENTRAL”, UNA PELUQUERÍA CON HISTORIA
Funciona desde hace 86 años en la ciudad de Santa Ana y aún conserva muebles y herramientas originales. Visitarla es volver al pasado.
La Peluquería Central, ubicada en el centro histórico de la ciudad de Santa Ana, es una de las más reconocidas por su amplia trayectoria en el servicio de cortes de cabello y de barba. Son 86 años de existencia los que tiene esta barbería, fundada en 1935. Don José Rolando Morales Cárcamo, de 76 años, es el propietario de la barbería desde 1979 y quien hasta la fecha la atiende.
La histórica Peluquería Central está ubicada sobre la 3ª avenida sur y 5ª calle oriente. En su interior aún se conservan piezas originales de cuando comenzó a funcionar, como las sillas para los cortes de pelo, además de cuadros, instrumentos y máquinas especiales para rasurar.
Don Rolando recuerda con mucha emoción sus inicios como peluquero. Asevera que dudó en incursionar en el arte del corte de cabello debido a que los ingresos que percibía como lustrador de calzado le parecían buenos. Comenta que en sus inicios recibía un colón por cada corte de pelo o barba que hacía.
Con mucha seguridad, don Rolando afirma que su Peluquería Central es la más antigua en el municipio de Santa Ana. Muchas de aquella época, asegura, desaparecieron al morir sus propietarios y otras no lograron adaptarse a los nuevos estilos de cortes de cabello o instrumentos para realizarlos.
Con 42 años al frente de la peluquería, don Rolando está sabedor que el negocio
dejará de existir en el momento que él no tenga capacidad para trabajar. Asegura, que tras la cuarentena por el covid-19 consideró no volver abrir, pero lo hizo.
“Yo solo le pido a Dios que me deje hasta cuando Él quiera, porque Él es dueño de nuestras vidas, pero deseo llegar a trabajar hasta donde yo pueda. Cuando el gobierno puso la encerrona mi familia me dijo que ya no viniera, que ya lo había dado todo, pero les dije que me quitarían parte de mi vida si yo ya no venía a trabajar, porque para mí la peluquería es más que un ingreso, es un lugar donde conocer personas”, manifiesta.
A pesar de la gran cantidad de barberías que en la actualidad existen en Santa Ana, don Rolando asegura que ha decidido mantener lo tradicional de una peluquería, como una característica que le permita diferenciarse del resto.
Cortes como francesa clara, oscura o el tradicional corte pato bravo se mantienen entre sus especialidades; sin embargo no se niega a realizar cortes más extravagantes solicitados por los jóvenes.
“A mí no me gusta mi trabajo, me encanta. Valoro mucho la relación que he podido entablar a través de este oficio con los clientes. Muchos vienen acá y me hablan cosas personales, anécdotas, entre otras cosas, pero es por la confianza que transmito. Acá he conocido muchas personas, profesionales, de todo”, dice.
Don Rolando atiende a sus clientes de una manera particular, con educación y respeto. Ataviado con camisa manga larga, pantalón de vestir, corbata y sobre estos una guayabera blanca.
Sus clientes, en su mayoría adultos mayores, comentan que acuden a esta peluquería por su forma profesional de trabajar, además de la arquitectura clásica y los objetos que hay en la barbería que los hacen recordar viejos tiempos.
Sin importar la edad de los clientes, o si se conocen o no, en la Peluquería Central las personas conversan de toda temática como fútbol, política, social, vidas personales y recuerdos de antaño, mientras esperan para ser atendidos o al momento que les hacen sus cortes.
“Yo vengo acá desde 1985 vengo a esta peluquería, porque es un lugar bonito agradable, pero sobre todo por la calidad y experiencia que tiene Don Rolando”, expresó José Zelada, un cliente.
“Llegué a una peluquería que se llamaba Lemus en febrero de 1962 y el propietario me dijo que con gusto me enseñaría el oficio, si le ponía interés”.
“A mí no me gusta mi trabajo, me encanta. Valoro mucho la relación que he podido entablar a través de este oficio con los clientes”.