EL SALVADOR HA PAGADO $3.2 MILLONES POR LOBBY EN ESTADOS UNIDOS
EL ÚLTIMO CONTRATO FUE FIRMADO EN JULIO PASADO. APENAS SEIS DÍAS DESPUÉS DE LA PUBLICACIÓN DE LA LISTA ENGEL.
Seis días después de que el Departamento de Estado de Estados Unidos publicara el primer grupo de actores corruptos de la Lista Engel, representantes del gobierno del presidente Nayib Bukele firmaron un contrato de “lobby” en Washington DC para “servicios de consultoría en relaciones gubernamentales”.
Dicho contrato con la firma Invest El Salvador, dirigida por David Allan Metzner, fue acreditado en la Oficina de Registro Extranjero de Lobby de Estados Unidos, el 7 de julio de este año.
Metzner es el fundador y copropietario de la firma de lobistas American Continental Group y también es miembro del Consejo de Negocios Estados Unidos-china del Club de Economía de Washington. Entre 2003 y 2009 fue el vicepresidente de la Junta de Síndicos del Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson y durante ese tiempo se enfocó en asuntos de China-latinoamérica y globalización.
Contradictoriamente a esa decisión de cabildeo, Bukele ha construido desde la publicación de la lista Engel una narrativa en la que ha acusado a Estados Unidos de injerencia por señalar a funcionarios de su gabinete de corrupción y en la que ha insinuado que el gobierno estadounidense no es amigo de El Salvador, al tiempo que ha tendido a afianzar su relación con China.
Con todo, y a pesar de esas expresiones públicas del presidente salvadoreño, el trabajo de lobby en la capital estadounidense no se ha limitado solo a la relación con la empresa dirigida por Metzner.
En total, desde agosto de 2020 hasta julio de 2021 el gobierno de El Salvador ha firmado contratos con varias compañías en Washington DC por un monto equivalente a $3,210,000 para, entre otras cosas, tratar de mejorar las relaciones bilaterales.
Para el caso, en los documentos del contrato con Invest El Salvador, con registro 6890, se detalla que la firma “trabajará para mejorar las relaciones y la comunicación bilateral entre Estados Unidos y El Salvador para promover inversión extranjera y para trabajar directamente con la diáspora”.
Irónicamente, pese a la importante
cantidad de fondos destinados al tema, el distanciamiento entre el gobierno de Bukele y la administración del presidente Joe Biden, solo se ha hecho más evidente en los últimos meses.
Algo que quedó aún más claro en septiembre pasado, cuando la encargada de negocios de la embajada estadounidense en el país, Jean Manes, señaló que la reelección presidencial, avalada por los magistrados impuestos de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) representaba un “declive de la democracia” y que eso dañaba la relación bilateral con Estados Unidos. Declaraciones que hicieron que las indirectas de Bukele aumentaran.
Por ello, la congresista Norma Torres dijo recientemente que todas esas gestiones de cabildeo pagadas con el dinero de los salvadoreños no cambiarán la imagen que tienen ya muchos congresistas y senadores sobre Bukele.
Michael Paalberg, profesor de Ciencias Políticas, de la Universidad de Virginia y experto en temas de política de Latinoamérica, dijo a La Prensa Gráfica que acciones similares a las del gobierno de El Salvador, contrarias a Estados Unidos, “dificultan más el trabajo que realizan los lobistas de acercar las relaciones entre los gobiernos”. Y apuntó que la postura confrontativa de Bukele “hace más rentable el trabajo de lobby” en Estados Unidos.
De acuerdo con otro experto en la materia y exfuncionario del gobierno estadounidense, los contratos de lobby pagados por el gobierno salvadoreño ponen en evidencia que las críticas y los señalamientos por parte de Estados Unidos y de algunos congresistas siguen incomodando mucho a Bukele.
ACCIONES COMPLICAN APOYO
Mientras tanto, un exoficial del Departamento de Estado de Estados Unidos, con mucha experiencia en temas relacionados con Centroamérica, dijo que es normal que gobiernos extranjeros, por la poca experiencia con gobiernos complejos como el de Estados Unidos, busquen ayuda de lobistas para mejorar sus relaciones con los gobernantes de turno.
“Es muy normal que los gobiernos extranjeros hagan contrato de lobby para ayudar a manejar la relación con Estados Unidos, porque el gobierno estadounidense es muy complejo. Hay varias firmas que existen que tienen la capacidad, que tienen a exoficiales con mucha experiencia en el gobierno y así pueden ayudar a maniobrar con los diferentes departamentos y a saber cómo tocar base con los individuos indicados”, dijo el exfuncionario a La Prensa Gráfica.
Los gobiernos pequeños y con poca capacidad o experiencia en las relaciones diplomáticas son los que más buscan apoyo de lobistas en Washington para acercarse o para mejorar las relaciones con Estados Unidos.
Sin embargo, según el exoficial, las acciones y actitudes antidemocráticas no solo complican las relaciones con Washington; sino que también complican el trabajo de lobby.
“Eso complica la situación para un gobierno estadounidense que está buscando ayudar y fomentar el desarrollo económico y ayudar en el sentido de la seguridad. Ese trabajo solamente se puede hacer con gobiernos plenamente democráticos que respetan los derechos, que se basan en el respeto de las reglas y el derecho. Y en la medida que eso no existe se hace aún más difícil la ayuda del gobierno estadounidense”, dijo.
ASESORÍAS DE ACERCAMIENTO
El contrato firmado entre el gobierno salvadoreño e Invest El Salvador, en julio pasado, es la segunda asesoría pagada por Bukele a la misma firma.
En este último contrato destaca el enfoque de que los lobistas trabajarán para “informar a los funcionarios de Estados Unidos y a los medios de comunicación sobre la importancia de fomentar un fuerte diálogo entre Estados Unidos y El Salvador, y de promover la inversión extranjera”, en el país.
Sin embargo, otros expertos también indican que los señalamientos de corrupción, la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la CSJ y la intención de reformar la Constitución para reelegirse, causaron anticuerpos entre varios congresistas, incluidos algunos republicanos que dieron el beneficio de la duda a Bukele al inicio de su gestión.
En total, el gobierno de El Salvador pagará a Invest El Salvador por los dos contratos que finalizarán en noviembre y en diciembre de este año $1,170,000. El primero de ellos asciende a $780,000, mientras que el segundo a $390,000.
Las cantidades han sido pagadas en cuotas de $65,000 cada mes. Eso significa que mensualmente el gobierno salvadoreño está pagando $130,000 a Invest El Salvador, en concepto de ambos contratos. Aparte, cancela $100,000 más a la firma Arnold and Porter, dirigida por Thomas Shannon, por otro contrato de lobby firmado en marzo pasado.
Es decir que en total el Estado paga $230,000, más otros gastos de representación cuando los viáticos de los lobistas exceden de $5,000, mensuales por las asesorías de comunicación y acercamiento.
“(La firma) trabajará para mejorar las relaciones y la comunicación bilateral entre Estados Unidos y El Salvador para promover inversión extranjera”.
Contrato,
FIRMADO CON LA INVEST EL SALVADOR.
“(Las acciones del Gobierno de El Salvador) dificultan más el trabajo que realizan los lobistas de acercar las relaciones”.
Michael Paalberg,
PROFESOR DE CIENCIAS POLÍTICAS.
“Ese trabajo (lobby) solamente se puede hacer con gobiernos plenamente democráticos que respetan los derechos, que se basan en el respeto de las reglas”.
Exoficial,
DEPARTAMENTO DE ESTADO DE EUA.