REFORMA DE PENSIONES Y PAQUETAZO DE IMPUESTOS A LA VISTA
La presentación del Presupuesto General de la Nación de 2022 que finalmente se pudo conocer hasta el lunes 11 de octubre deja ver con toda claridad lo complicado que están las finanzas del gobierno para cerrar 2021 y la grave situación fiscal que se avecina para 2022. El déficit de 2020 fue de casi $2,500 y el de 2021 será de $2,092, lo cual se compara con el déficit de 2019 que fue de $825 millones.
El déficit fiscal de 2021 podría ser todavía más alto si el gobierno no logra obtener $1,077 millones en ingresos No tributarios y transferencias corrientes, que en el presupuesto votado se calculó que sería de $527 millones. En el caso del presupuesto de 2022 el gobierno ha calculado el déficit en $1,297 millones, pero ese monto depende que puedan conseguir un aumento en la recaudación de impuestos de $991 millones, el próximo año.
El déficit a agosto de 2021 es de $738 millones, por lo que entre septiembre y diciembre esperan incrementar el déficit en $1,354 millones para cerrar 2021 con un déficit de $2,092 millones. Esto implica que el gobierno tendrá que tomar decisiones para poder encontrar ese financiamiento que les falta. Parte de ese dinero que les falta parece bastante obvio que lo querrán obtener de los ahorros de pensiones de los 3.5 millones de salvadoreños y por ello es que han anunciado una reforma integral de pensiones. Si el gobierno utiliza dinero de los ahorros de pensiones para cubrir su déficit de 2021 los trabajadores perderán el dinero y las pensiones que recibirán en el futuro serán “pensiones de hambre” y no habrá ninguna forma de poder elevarlas.
Para 2022 el déficit planteado por el gobierno es inferior al de 2021, sigue siendo elevado (4.5 % del PIB) pero está basado en el supuesto que incrementará la recaudación en $991 millones, lo cual representa un aumento de 19 % con respecto a 2021. Ese detalle nos lleva a la conclusión que la única forma de incrementar la recaudación en 2022 en 19 %, cuando la economía indica el gobierno que solo crecerá 2.4 %, será aumentando los impuestos y creando nuevos impuestos. Estos impuestos que se incrementarán probablemente serán impuestos al consumo como el IVA y los específicos y los que se crearán incluirán un impuesto del 8 % a las empresas que ganen al año más de cierto monto. Todos esos impuestos harán que la economía crezca menos y ocasionarán tanto una inflación alta como un empobrecimiento adicional de la población. El gobierno podría intentar matizar todo este efecto negativo sobre las finanzas de todos los salvadoreños incrementando el salario mínimo nuevamente, lo cual solo beneficiaría a un pequeño grupo de personas y elevaría los precios de todos los productos para todos los salvadoreños.
El gobierno no entiende que lo que tiene que hacer es dejar de gastar a manos llenas en proyectos que no funcionan, como el bitcóin y una serie de programas que no tiene cómo financiarlos. Lo único que logrará el gobierno si no reduce el gasto de 2022, en al menos $800 millones, es seguir empobreciendo a todos los salvadoreños a corto y a largo plazo. A corto plazo a través de la utilización de la reserva de liquidez del sistema financiero, que garantiza los ahorros de los ciudadanos, cobrándonos más impuestos; y a largo plazo a través de la confiscación de los ahorros de pensiones de los 3.5 millones de salvadoreños que en conjunto con sus empleadores han hecho un esfuerzo enorme durante 23 años para acumular cerca de $13,000 millones, equivalentes al 50 % del PIB.
La posibilidad de un acuerdo con el FMI es cada vez más remota por todas las acciones que el gobierno viene realizando y que lo ha distanciado seriamente de Estados Unidos. Entre esas acciones están el estar desmontando nuestra democracia, la corrupción y la falta de transparencia.
La posibilidad de obtener financiamiento de parte del Banco Mundial y de otros organismos multilaterales sin un acuerdo con el FMI es muy escasa, de ahí que el financiamiento del programa de Mi Primera Infancia y para ciertas obras de infraestructura que se incluyen en el presupuesto de 2022 es cada vez más remoto.
Así que preparémonos para la reforma de pensiones y para el paquetazo de impuestos que viene antes que termine 2021, porque es casi imposible que este gobierno reduzca su gasto.