Enemigos del cáncer de mama
El deporte y la alimentación son claves para la prevención y también para el tratamiento del cáncer de mama. Aquí lo más importante a saber del tema.
“La alimentación se basa en frutas, verduras y legumbres, se disminuyen los alimentos altos en grasao”.
LUZ FERNÁNDEZ, NUTRICIONISTA
“Toda actividad que se haga con un diagnóstico de cáncer de mama debe ser supervisada por el médico”.
ESTEBANA OSORIO, ATLETA
Hoy es el Día Mundial de la lucha contra el cáncer de mama que tiene como objetivo promover y concientizar a las mujeres para que estas tengan acceso a controles de salud y diagnósticos para recibir tratamientos oportunos y efectivos para combatir esta enfermedad.
Estudios médicos afirman que hacer actividad física de moderada a energética en un promedio de tres horas a la semana reduce entre un 30 y 40 por ciento el riesgo de padecer cáncer de mama, según una publicación del sitio web cancer.net avalada por la American Society of Clinical Oncology (ASCO).
A esto también se suma una alimentación saludable, en la que primen verduras, frutas, legumbres, alimentos ricos en omega 3, reduciendo las carnes rojas y sus derivados, entre otras restricciones.
Pero qué pasa cuando ya hay un diagnóstico de cáncer de mama, ¿se puede hacer ejercicio, hay una alimentación que se debe seguir? La respuesta es sí, siempre bajo las indicaciones de expertos médicos (oncólogo, nutricionista y un preparador físico certificado).
Estebana Osorio es una atleta de levantamiento de pesas y licenciada en educación física. Es entrenadora personal y da clases presenciales y en línea. Ella recomienda a las mujeres que han sido diagnosticadas con cáncer de mama acudir con un experto para armar un plan de ejercicios de acuerdo a las necesidades y el estado en el que se encuentre la enfermedad.
“Los ejercicios se hacen de acuerdo a las indicaciones que da el médico. La actividad física es buena porque ayuda a mejorar y disminuir los síntomas de la enfermedad. Caminar en una excelente opción, pues contribuye a mejorar el estado de ánimo de las mujeres que luchan contra la enfermedad”, explicó.
“Toda actividad que se haga con un diagnóstico de cáncer de mama debe ser supervisada por el médico y realizada por una persona que tenga, al menos, una licenciatura en educación física. El ejercicio debe ser moderado”, agregó la pesista.
ALIMENTACIÓN
Los alimentos son el otro pilar fundamental en la prevención y cuidado del cáncer de mama.
Luz de María Fernández, nutricionista deportiva del departamento de ciencias aplicadas al deporte del Instituto Nacional de los Deportes de El Salvador (INDES), explicó que un plan de alimentación para una paciente con este padecimiento se arma de acuerdo a las necesidades de la misma.
“Tenemos que tomar en cuenta que cada persona es diferente. La alimentación en estos casos es personalizada, puesto que en el caso del cáncer de mama suelen haber otras complicaciones y se busca adaptar la alimentación a las necesidades del paciente, incluyendo la socioeconómica”, expresó Fernández.
El objetivo de la alimentación en las pacientes, explicó la nutricionista, es reforzar el sistema inmunológico de las mujeres con cáncer de mama.
“La alimentación se basa en frutas y verduras, además de legumbres, se disminuyen los alimentos altos en grasa, como los lácteos, prefiriendo el queso fresco y el requesón. También se deben disminuir las carnes rojas y sus derivados, consumiendo mejor carnes magras como el pollo y el pescado. Es importante, también, dejar de lado los azúcares, pues estos provocan procesos inflamatorios, lo mismo sucede con las grasas y los carbohidratos refinados”, agregó la especialista.
Tanto Osorio como Fernández coincidieron en que un plan de ejercicio como el de alimentación en una paciente con cáncer de mama debe ser supervisado por el médico para contribuir, ante todo, a reforzar el sistema inmunológico.