Nuevo estudio sugiere manipulación de muertes covid
Un estudio alemán detectó anomalías en las cifras oficiales de muertes por covid-19 que, sumadas al subregistro, sugieren una posible manipulación.
“Es probable que los países que se enumeran hayan manipulado sus datos. La subdispersión de Poisson en los casos/muertes de covid-19 es una enorme bandera roja”. Dmitry Kobak, INVESTIGADOR, EN TWITTER.
“(El nuevo estudio) es un elemento más de orden científico, de orden técnico, que apunta a lo mismo, que hay una razonable sospecha de manipulación maliciosa (de los datos sobre muertes por covid-19)”. Wilfrido Clará, EPIDEMIÓLOGO.
Un puñado de países, entre ellos El Salvador, ha entregado información probablemente manipulada a la Organización Mundial de la Salud (OMS), según un estudio estadístico realizado por un investigador de una universidad alemana.
“La revisión de las bases de datos de todos los países del mundo en la Organización Mundial de la Salud (OMS), en busca de evidencia de subdispersión, muestra a 21 países con resultados estadísticamente significativos”, señala el resumen del estudio “Subdispersión en el número de casos y muertes reportados de covid-19 puede sugerir manipulaciones de datos”, realizado por Dmitry Kobak, de la Universidad de Tubinga, Alemania. Uno de esos 21 países es El Salvador.
“La mayoría de los países en esta lista son conocidos, basados en datos de exceso de mortalidad, por subestimar las muertes por covid”, se asegura en el documento, y luego agrega: “Argumentamos que la subdispersión de Poisson –en referencia a una prueba estadística- proporciona una prueba simple y útil para detectar anomalías en los reportes y para resaltar datos no confiables”.
Los países que muestran anomalías en contagios y muertes de covid-19 son de todos los continentes, pero los americanos son solo tres: El Salvador, Venezuela y Nicaragua.
Las naciones analizadas fueron 237 y la información va desde el 3 de marzo de 2020 hasta el 30 de enero de 2022, es decir 100 semanas.
La prueba estadística que utilizó Kobak se llama distribución de Poisson y supone que su promedio es igual a su variación. Es decir, explica el informe, si cada día fallece una media de 800 personas, la variación de Poisson será también 800. Pero ese no es el comportamiento normal del covid-19, explicó el epidemiólogo Wilfrido Clará, que ha comentado el estudio en redes sociales. “La dinámica de los fallecidos por covid-19 tiene bastantes altos y bajos, porque no toda la gente se infecta al mismo tiempo, ni toda la gente se infecta de la misma manera, ni toda la gente se muere al mismo tiempo o siguiendo el mismo ritmo (...). En covid es normal esperar que la variación sea mayor que la media. ¿Por qué? Porque hay demasiada variabilidad, no es tan estable”, dijo Clará a LA PRENSA GRÁFICA. “Ellos postulan, y en mi opinión con toda razón, que los datos de fallecidos y casos (de covid-19) deben presentar suficiente variabilidad o dispersión en el tiempo, porque es lo normal, lo
que se espera”, agregó.
Entonces, una subdispersión - una variación inferior al promedio - implicaría una anomalía en las estadísticas de muertes, subrayó Clará. O como lo dijo Kobak en su cuenta de Twitter, significa una “enorme bandera roja” porque “hay algo sospechoso”.
81 % DE LAS SEMANAS CON DATOS ANÓMALOS
Del grupo de 21 países, El Salvador se encuentra entre los 17 cuyas estadísticas de muertes semanales estarían manipuladas. Según un análisis de The Economist basado en el informe de Kobak, El Salvador reportó anomalías en el 81 % del lapso de tiempo estudiado. Solo lo superó Arabia Saudita (92 %), Serbia (90 %), Bielorrusia (86 %) y Azerbaiyán (86 %). El país, en tanto, se ubicó por encima de Venezuela (80 %), Egipto (79 %), Siria (69 %), Kirguistán (67 %) y Algeria (65 %). La lista de los 17 la cierran Uzbekistán (62 %), Albania (60 %), Turquía (58 %), Líbano (54 %), Camboya (29 %), Rusia (28 %) y Mongolia (26 %).
El estudio sostiene que la subdispersión por sí sola no es una prueba de manipulación de datos, pero se convierte en una “fuerte” evidencia al unirla con el subregistro de muertes de covid-19.
“Creemos que la explicación más probable de los patrones de subdispersión observados es la manipulación deliberada de datos, cuando un país o una región no reportó los mismos valores que de hecho se obtuvieron internamente. Tal manipulación no necesariamente puede tener una intención maliciosa (por ejemplo, si alguien estaba “redistribuyendo” los valores a lo largo de los días), pero, junto con la evidencia de subregistro proveniente del exceso de mortalidad, es un fuerte indicio de ello”, afirma.
Y la mayoría de los 17 países muestran un elevado subregistro. Hasta el 31 de enero pasado, en El Salvador se habrían reportado 6.6 muertes directas o indirectas de covid-19 por cada defunción oficial de coronavirus, indicó el informe. La revista The Economist calcula que el país tiene 23,000 muertes directas o indirectas de covid-19, frente a las poco más de 4,000 oficiales.
Clará destacó que el estudio “es un elemento más de orden científico que apunta a lo mismo, que hay una razonable sospecha de manipulación maliciosa”.
El epidemiólogo sugirió al gobierno replicar la experiencia de Perú, que en 2021 creó una mesa de especialistas con expertos independientes y del gobierno, para sincerar las cifras de la pandemia.