FMI deja una estela de dudas en Ecuador
La relación ha sido complicada por momentos.
l Fondo Monetario Internacional (FMI), que cumple 75 años de actividad, ha sido para algunos Gobiernos de Ecuador como un salvavidas en tiempos de crisis, aunque su presencia
Eha dejado una estela de dudas sobre la eficacia de sus programas y por la pesada carga de sus políticas de ajuste.
Ecuador, que forma parte de los 190 países miembros del Fondo, ha recurrido a su asistencia desde la década de los años 70, aunque fue en los 80 cuando inició una agresiva etapa de endeudamiento con el organismo.
La primera Carta de Intención que suscribió Ecuador con el FMI data de 1983 y hasta 2003 había suscrito 16 entendimientos con el organismo.
La presencia del Fondo en Ecuador se interrumpió durante el Gobierno del progresista Rafael Correa (2007-2017), que incluso eliminó la oficina que el organismo disponía en la sede del Banco Central del Ecuador, en Quito. En 2019, ya sin Correa y con el Gobierno de Lenín Moreno (2017-2021), Ecuador volvió al FMI para firmar un acuerdo de “Facilidad extendida” por $4,200 millones , que fracasó ante las duras protestas sociales que sacudieron al país en octubre de ese año.
La reacción social contra el FMI se alivió con la llegada de la pandemia del covid-19, hecho que aprovechó el Gobierno de Moreno para llegar a un nuevo entendimiento con el organismo.
Dicho acuerdo llegó en un momento en que el Gobierno de Moreno había obtenido resultados negativos en operaciones de oro con Goldman Sachs y tuvo que pagar anticipadamente bonos de su deuda exterior para evitar un aumento de su abultado Riesgo país.
A punto de entrar en incapacidad de pago de su deuda externa (default), Ecuador obtuvo del FMI un acuerdo por $6,500 millones, aún en vigor.
Tras la salida de la Presidencia de Moreno en mayo de 2021, llegó al poder el conservador Guillermo Lasso, que continuó con la tarea de su antecesor.