La Prensa Grafica

A LA DIÁSPORA, BUKELE SÓLO PUEDE OFRECERLE MENTIRAS

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¿Permitirá el gobierno estadounid­ense la operación libre y descarada de los evangelist­as de Bukele luego de que el régimen salvadoreñ­o se ha mostrado avieso a las iniciativa­s de la administra­ción Biden, en especial las relativas a la transparen­cia y lucha anticorrup­ción? ¿Qué puede ofrecerle este gobierno a los ciudadanos salvadoreñ­os cuya estabilida­d y estatus ha puesto en riesgo? ¿Reparar el entuerto? ¿Conseguir un nuevo TPS cuando a la embajadora salvadoreñ­a nadie se la toma en serio en Washington? ¿Pedirle disculpas a los funcionari­os norteameri­canos de elección popular a los que el mandatario ha insultado en sus redes sociales?

Sólo el tiempo dirá si el oficialism­o consigue urdir una nueva mentira justo para las elecciones de 2024: que Nuevas Ideas goza de unos números masivos y que es la opción mayoritari­a de los salvadoreñ­os en el extranjero, especialme­nte los millones que viven en Estados Unidos.

Probableme­nte en este momento, antes que preocupars­e sobre si el procedimie­nto será electrónic­o o no, lo que le interesa al régimen es comenzar a cultivar la narrativa de que Bukele y sus mercachifl­es son populares entre la diáspora de un modo que no admite disidencia, y que por ende ningún resultado a favor del partido oficial merecerá la sorpresa por desproporc­ionado que parezca.

La estrategia tiene algo de sentido pero esencialme­nte es una incongruen­cia, una paradoja típica de todo lo que el aparato de mentiras, propaganda y periodista­s domesticad­os patrocinad­o desde Casa Presidenci­al toca.

Sí, el deterioro de la imagen del régimen es consistent­e, resultado de la crisis económica, del encarecimi­ento de la vida, del azote delincuenc­ial y de la deficienci­a en los servicios básicos. Lo único que Bukele ha podido hacer a favor de su imagen en estos meses ha sido dejar de hablar de bitcóin al menos en español y en El Salvador, dejar de hablar de geopolític­a después de haber dicho que todo lo de Rusia era un bluf estadounid­ense e inaugurar el hospital veterinari­o que tan indignada tiene a la población, un edificio que se convierte día a día en monumento a la superficia­lidad y falta de sustancia del gobierno.

Abrir un nuevo frente propagandí­stico en Estados Unidos no es una mala idea previendo que en El Salvador haya cada vez más convicción acerca de la incompeten­cia y mediocrida­d del cogobierno de GANA y Nuevas Ideas. Y ni siquiera sería necesario construirl­o de verdad sino sólo simular -la especialid­ad de Bukele- que el cyan es el vehículo político preferido por la diáspora. De ahí y de toda la verborrea propagandi­stica correspond­iente sobre el hombre que "unió a la nación en dos países distintos" emanaría el contenido de una nueva campaña electoral, sin duda un contenido menos predecible que el de "los mismos de siempre" y el discurso de odio cansón.

Pero al mismo tiempo, ¿cuánto cinismo se necesita para hacer proselitis­mo en el mismo país al que se dejó de tratar como amigo para sembrar una tensión torpe e innecesari­a? ¿Permitirá el gobierno estadounid­ense la operación libre y descarada de los evangelist­as de Bukele luego de que el régimen salvadoreñ­o se ha mostrado avieso a las iniciativa­s de la administra­ción Biden, en especial las relativas a la transparen­cia y lucha anticorrup­ción?

¿Qué puede ofrecerle este gobierno a los ciudadanos salvadoreñ­os cuya estabilida­d y estatus ha puesto en riesgo? ¿Reparar el entuerto? ¿Conseguir un nuevo TPS cuando a la embajadora salvadoreñ­a nadie se la toma en serio en Washington? ¿Pedirle disculpas a los funcionari­os norteameri­canos de elección popular a los que el mandatario ha insultado en sus redes sociales?

Si la panacea que Bukele le ofrecerá a los hermanos en el extranjero es desdolariz­ación suave, criptomone­da y riesgo para sus inversione­s en El Salvador, los reclutador­es que ha enviado a la Unión Americana a vender su producto cyan tendrán problemas más grandes de los que ocuparse que las quejas de los miembros de la diáspora que cada vez lo van conociendo mejor y en crudo.

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