EXPERTOS VEN PELIGRO EN CAPTURAS POR DENUNCIAS ANÓNIMAS
SEGURIDAD PROMOCIONA UNA LÍNEA DE LLAMADAS ANÓNIMAS EX PROFESO PARA DENUNCIAR A LOS PANDILLEROS, PERO LOS EXPERTOS ADVIERTEN DE VULNERACIONES ASÍ COMO ARBITRARIEDADES.
Vulneraciones y abusos. Es el riesgo que especialistas en temas de seguridad pública y violencia social prevén en el sistema de denuncias anónimas que ha promovido el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública para capturar a personas que podrían tener vínculos con pandillas.
El 123, la nueva línea para denunciar, comenzó a ser promovida desde el 13 mayo en plena ejecución del régimen de excepción en el país. Lo que llegó después fueron denuncias de familias por capturas basadas en estas llamadas y la advertencia de organizaciones defensoras de derechos humanos sobre el riesgo de aplicar este método.
El Servicio Social Pasionista (SSPAS) ha documentado casos de denuncias por detenciones arbitrarias en los que las personas han expresado que la captura ha sido por llamadas anónimas. Las víctimas sospechan que los denunciantes pudieron haber sido vecinos con quienes tuvieron conflictos comunitarios.
La mañana del viernes 6 de mayo pasado, la Policía Nacional Civil (PNC) detuvo a Alexis Bladimir y Sandra Janeth Corena Suria, dos hermanos que viven en la colonia Afino del municipio de Santo Tomás.
La Policía llegó a la casa de Rosa, madre de Alexis y Sandra, interrogaron a los familiares que se encontraban presentes, revisaron los celulares de ambos jóvenes y, luego de no encontrarles nada, se marcharon. Minutos después, los agentes policiales volvieron y golpearon varias veces la puerta. “Nos los vamos a llevar”, replicó uno de ellos al entrar, cuando la puerta volvió a abrirse.
Una de las personas que se encontraba con ellos en la vivienda cuestionó el motivo de la detención a lo que el policía respondió: “Por agrupaciones ilícitas”. Recientemente fue desarrollada la audiencia inicial para ambos y la abogada le comentó a Rosa que el argumento de la acusación es que ambos son extorsionistas de los camiones que van a traer arena al lago de Ilopango. Sin embargo, una de las personas que se desempeña en esta labor le comentó que ellos nunca han recibido cobros de sus hijos.
Alexis es un joven de 25 años que trabaja elaborando sandalias. Su hermana, Sandra, de 23 años, se dedica a limpiar casas cada vez que se presenta la oportunidad. Rosa relata que donde viven han tenido algunos problemas con otras personas y que podrían estar relacionadas también con las llamadas al 123.
De acuerdo con Verónica Reyna, del SSPAS, en las denuncias contra este método sostienen que el comportamiento de la Policía es “subjetivo”. Algunas familias han manifestado que los agentes poseen listados con nombres de personas de algunas colonias y han llegado a sus casas a realizar las verificaciones, para luego realizar las detenciones.
“Estamos en un contexto donde la Policía con la Fiscalía no está sustentando las investigaciones penales que está realizando para las miles de personas. Eso puede llegar a caer en una gran cantidad de arbitrariedades”, advierte.
Otro de los casos que han sido denunciados en este contexto es el de los hermanos Juan Alberto Erazo Orellana y José Isaías Orellana, a los cuales la Policía detuvo el 5 de junio (ver página siete).
Respecto al método de las denuncias anónimas , la especialista en temas de violencia social, Jeanette Aguilar, explica que estos mecanismos dan lugar a que sean utilizados por las personas que denuncian para “vengar viejas rencillas”.
“Es peligroso utilizarlo en el actual régimen como prueba para imputar delitos, porque se presta a abusos y arbitrariedades”, aportó Aguilar.
Un reciente informe de Cristosal sobre las violaciones a derechos humanos durante el régimen de excepción también concluyó que este tipo de procedimientos violenta el derecho al debido proceso que tiene cada ciudadano, además de otras faltas como el allanamiento de morada, que sigue vigente y no está incluido en el decreto actual del régimen.