“PODRÍAMOS ASPIRAR A QUE EN NUESTRO PAÍS INICIE EL FIN DE LAS PANDILLAS”
Rodrigo Ávila cree que el régimen de excepción ha logrado calmar la violencia de las pandillas, pero dice que hay cosas que corregir para lograr algo a largo plazo.
El régimen de excepción no es algo que estaba planeado, sino una respuesta reactiva a un desborde de violencia producido por un arreglo fallido. El impacto de los homicidios había bajado y las desapariciones aumentaron, pero la presencia criminal de las pandillas aumentó, generando una fuerza potencial contenida. Creo que en parte está bien lo que se está haciendo, pero no creo que haya sido parte de un plan. Hay que darle su mérito a la policía, y aunque creo que esto fue una reacción que inició para lavar cara, hay que reconocer la determinación que el Gobierno ha tenido para hacerlo.
Se ha logrado de una manera contundente y masiva contener el accionar de estas. De repente se puede decir que es una estrategia oscura malograda, pero que se convierte
FORTALECER A LA FAES
Reyna señaló que no revelar los planes de seguridad es una estrategia para no mencionar la presunta relación que el Gobierno tiene con las pandillas del país. “Es una forma de justificar el secretismo del Plan Control Territorial, querer seguir insistiendo de que esta es la razón principal del descenso de homicidios y no bajarle volumen a las evidencias cada vez más claras de negociaciones entre personeros del Gobierno y las tres principales pandillas en el país”, expuso.
Sobre las compras que realizan para la FAES, la experta en seguridad dijo que el en el mejor generador de percepción pública positiva. La inmensa mayoría de gente estaba totalmente desesperada por el embate y coacción de las pandillas. Por ello, más allá de las ilegalidades, abusos y excesos, y posibles resultados adversos a largo plazo, la población está muy contenta y satisfecha por lo que está sucediendo. Al parecer el criterio para las capturas, han sido los informes de inteligencia policial, órdenes de captura pendientes, los récords penitenciarios de reclusos catalogados (en recintos penales dedicados a pandillas) como pandilleros, tatuajes alusivos y asociación a pandillas etc. Se ha llegado incluso a comentar que se han impuesto cuotas de capturas. Lo cierto es que casi todos conocemos a más de alguien a quien se han llevado sin ser persona de mal vivir, o víctima de algún tipo de discrecionalidad de los captores.
Anteriormente hubo esfuerzos efectivos para capturar, procesar y lograr condenas para 107 de los principales 110 cabecillas. Esto se hizo con esfuerzos de investigación, con pruebas sustentadas.
Se crearon fuerzas de tarea con la Fiscalía y se realizó un plan de intervenciones y patrullajes activos en zonas de incidencia para capturar en flagrancia. Los homicidios se redujeron en un casi 11%. El tema importante es que hay que considerar que el problema de las pandillas no es solo un problema policial, de seguridad pública y aplicación de justicia penal. Es un verdadero problema de carácter social porque la coacción que ejercen las pandillas anula la contraloría social (por temor), y porque para muchos niños y jóvenes fbukele destacó los recientes campamentos clandestinos, pero hay registros que desde hace años, en anteriores Gobiernos, ya se habían desmantelado otros en distintas zonas del país. fen diciembre de 2014, la Fuerza Armada descubrió un campamento de la 18 Revolucionarios en Santiago Nonualco. En 2017 se descubrió otro en San Cayetano Istepeque, San Vicente.
actual Gobierno es de los que más ha invertido en el ejército y que este es un intento de consolidar una lealtad hacia la institución. “Para nosotros, esto es un intento de mantener la lealtad de la institución hacia la figura del presidente y sobre todo porque a largo plazo un gobierno autoritario como este, que restringe cada vez más el ejercicio de derechos, puede llegar a necesitar de un brazo armado leal y a fin a los intereses del presidente”, recalcó Reyna.
En la misma línea, Henri Fino, director ejecutivo de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD),
Hace años escribí sobre cómo evolucionarían las pandillas si no se hacía algo extraordinario. Hoy se está haciendo de una manera en la que creo que hay que corregir algunas cosas. Pero si de veras se ve más allá de la percepción y los aplausos, y se hacen las cosas bien, respetando las garantías de los que nada deben y cuidando el Estado de derecho, podríamos aspirar a que en nuestro país se inicie el fin de las pandillas y del daño tan terrible que este flagelo ha estado produciendo. fen 2018 descubrieron varios campamentos en el manglar de la Isla Madresal, en Usulután. Un año después encontraron otros en las montañas del cantón La Joya, en Morazán. fbukele, en su cuenta de Twitter, dijo que los campamentos de pandillas tiene “el auspicio de organismos internacionales, ONG y la oposición”, pero no presentó pruebas de ello.
quien aseguró que este tipo de discurso de guerra le sirve al presidente para comprar equipo bélico y aumentar los efectivos en la FAES.
Fino aseguró que el actual Gobierno enfoca de manera errada el combate a las pandillas. “El presidente (Bukele) y sus asesores están haciendo una lectura errada de la realidad, la delincuencia se combate con políticas públicas que deben contener prevención, represión y reinserción”, aseveró.
Además, cuestionó el porqué se equipa a la Fuerza Armada, si esta únicamente realiza una tarea eventual en seguridad
pública, en lugar de fortalecer a la institución que por Constitución tiene asignado este trabajo. “¿Por qué no equipa a la Policía Nacional Civil con todas las herramientas en la prevención y en la investigación científica del delito?”, expuso.
Sobre la falta de transparencia los planes de seguridad, Fino dijo que hay dudas sobre la existencia del PCT. Consideró que se ha utilizado para "campaña publicitaria" y cuestionó el éxito real de las medidas. “¿Por qué tuvimos que privar a la población de ciertos derechos constitucionales, si el PCT es un éxito?”, cuestionó el director ejecutivo de FESPAD.