FALTA MUCHO POR HACER PARA QUE NUESTRO PAÍS SE DIRIJA SIN FALTA HACIA UN PORVENIR CON SEGURIDAD, TRANQUILIDAD, ESTABILIDAD Y PROGRESO TANGIBLE

Una de las diferencias más notorias y complejas entre lo que antes teníamos como perspectiva y lo que hoy tenemos como tal es el hecho más que evidente de que ya no estamos encerrados en un cubículo histórico, sino que nos movemos –nos guste o no– en un espacio abierto en el que tenemos que aprender a convivir con lo que hay en el interior y con lo que prolifera en el exterior. Y entonces tanto las ventajas como los peligros proliferan en el día a día de todos. Así, por ejemplo, los efectos y las consecuencias del conflicto Rusia-ucrania golpean por doquier, en países como Estados Unidos y en países como El Salvador, para citar casos extremos. En Estados Unidos hay incremento en las tasas de interés, lo cual incide directamente sobre las remesas que envían los salvadoreños que viven allá a su gente de aquí. Y en lo que corresponde al tema de los alimentos, la crisis que vive Ucrania, gran productora de éstos, es cada vez más claro que generará una escasez de amplitud mundial. La situación imperante, pues, hace aún más necesario medir cada uno de los pasos y de los gestos que se van dando en el día a día de todos, en las más diversas latitudes. El antes llamado Tercer Mundo ya no es un rincón escondido, sino que hoy forma parte de la terraza global, y tomar debida conciencia de ello es responsabilidad sin fronteras. Vivimos a campo abierto, y las libertades que eso propicia van a la par de las exigencias que a diario se hacen presentes. Como se hace sentir a cada paso, nuestro país tiene forzosamente que enderezar su marcha para lograr ese porvenir con seguridad, tranquilidad, estabilidad y progreso tangible al que aspiramos y al que tenemos pleno derecho. Y la llave maestra que abre la puerta histórica en esa dirección es la democracia. Hay que reiterar, entonces, minuto tras minuto, que sin democracia real y efectiva nada es sostenible en ninguna sociedad de la latitud que fuere. Viéndolo bien, ¿por qué se han derrumbado regímenes típicamente autoritarios como el de la Unión Soviética, que parecía y actuaba como si tuviera la clave de la eternidad? Pues ahora comprobamos que fue por la inexistencia de libertades democráticas. Y aunque muchísimos creyeran o sigan creyendo lo contrario, no hay ideología ni tendencia absorbente que pueda evitar eso cuando las condiciones están dadas. Cuidemos, pues, nuestra democracia haciendo todo lo pertinente para que se mantenga sana y firme, sin permitir que ningún desvío la malogre. Nosotros, que estamos aquí ahora, debemos ser sinceramente fieles a la democratización integral en sus fases sucesivas. Falta mucho por hacer, y no se puede perder ni un minuto en el cumplimiento de tan esencial cometido.