“ESPERAMOS LA JUSTICIA DIVINA”
Familiares y habitantes del barrio El Calvario, de Tacuba, Ahuachapán, aguardaban desde la noche del martes la llegada del cuerpo de Marta Lisseth Alas González, de 35 años, la agente policial asesinada por pandilleros en una emboscada en una comunidad de Santa Ana.
La agente Alas, era la tercera de diez hermanos, y tenía aproximadamente ocho años de formar parte de la corporación policial. Según uno de sus hermanos, la mayor parte de permanencia en la Policía estuvo destacada en Subdelegación del Sistema del 911, en Santa Ana.
Otra de sus hermanas recordó que la agente había estado de licencia dos días antes de su asesinato, y que se presentó a trabajo la mañana del martes. “Nunca nos imaginamos que algo así pasara, cuando comenzó a circular el rumor que habían atacado agentes del 911 de Santa Ana, le empecé a llamar y ya no contestó”, dijo la pariente, quien pidió omitir su identidad.
Afirmó que la agente era muy conocida y querida por todos los vecinos del barrio. “Siempre andaba organizando los eventos de la comunidad, del Día del Padre, Navidad, del Día de la Madre; aunque ella aún no era mamá, esperamos la justicia divina ya que humanamente no se puede hace nada”, dijo.