El Salvador entre los tres países con mayor crisis educativa en A.L.
Para resolver la problemática, es urgente que las autoridades hagan diagnósticos para identificar dónde están las deficiencias, dice el experto en educación Óscar Picardo. “Antes de la pandemia, nuestro sistema educativo ya tenía un problema crítico de lo
Óscar Picardo, EXPERTO EN EDUCACIÓN.
José Manuel Salazar-xirinachs, SECRETARIO EJECUTIVO DE LA CEPAL.
l Salvador es uno de los tres países de América Latina y el Caribe con mayor rezago educativo tras la pandemia por covid-19 a causa del cierre prolongado de sus centros educativos durante la cuarentena, según el informe “Panorama Social de América Latina y El Caribe 2022: la transformación de la educación como base para el desarrollo sostenible”, hecho público ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
En promedio, la región latinoamericana y caribeña cerró los recintos escolares durante 70 semanas, pero El Salvador los cerró por 18 semanas más, es decir, por 88 semanas en total, lo que ha derivado en una mayor afectación académica.
El primer lugar lo ocupan Ecuador y Bolivia, ambos cerraron sus escuelas durante 90 semanas, es decir, 20 semanas más que el promedio regional.
“La región ha tenido el cierre más grande en todo el mundo, fueron 70 semanas de cierre, y este cierre genera efectos tanto en el aprendizaje como riesgos de abandono. Por tanto, cuando comparamos las estadísticas de los países en cuanto a cierres destacan tres países: tanto Ecuador como Bolivia registran 20 semanas más de cierre, es decir, 90 semanas de cierre, y esto es preocupante, porque obviamente esto genera un impacto en el aprendizaje”, señaló el director de la División de Desarrollo Social de la CEPAL , Alberto Arenas, durante la conferencia de prensa en la que fue divulgado el estudio.
Así también, estos países tienen baja conectividad a Internet, por lo tanto el impacto es aún mayor. Y el tercer país que destacamos en este sentido es El Salvador, que mantuvo sus escuelas cerradas
Epor 88 semanas, superior al promedio de la región; y son tres países que ya traían problemas desde antes de la pandemia”, agregó Arenas.
A sus declaraciones se sumaron ayer por la tarde las valoraciones del director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI) de la Universidad Francisco Gavidia, Óscar Picardo, quien también recordó los problemas que ya venía registrando el sistema educativo salvadoreño antes de la crisis sanitaria que comenzó en 2020.
“Antes de la pandemia, nuestro sistema educativo ya tenía un problema crítico de lo que se llama tiempo efectivo de aprendizaje. Esto quiere decir que del calendario escolar de los 200 días, en los estudios que se hicieron Ernesto Schiefelbein, se detectó que se cumplía solo la mitad de ese calendario, lo cual era coherente con los resultados de la PAES (la extinta Prueba de Aprendizaje y Aptitudes para Egresados de Educación Media). Entonces, desde allí ya había un problema bastante serio en lo que respecta a cobertura de contenido curricular”, apuntó el experto en temas de educación.
Con la pandemia, los contenidos curriculares fueron comprimidos aun más, porque el alumnado recibió menos horas de clases; y la situación se agudizó aún más si se toma en cuenta que no todo el estudiantado tuvo acceso a conectividad ni a computadoras o teléfonos móviles y que no todos los maestros estuvieron plenamente capacitados para ofrecer clases en forma multimodal.
“Elresultadodeesteinforme,entonces,es sumamente sólido y lógico”, afirmó Picardo.