VOLVAMOS A LA MASCARILLA
Imposible aspirar a tener información confiable sobre el número de personas afectadas por el covid-19. Los interesados en información tienen la página oficial del Ministerio de Salud y el micrositio en el que, desde inicios de la pandemia, le da “Seguimiento al COVID en El Salvador” la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (FUNDAUNGO).
En el sitio del Ministerio de Salud se encuentra el mapa de riesgo de nuestro país con los 262 municipios clasificados en cinco categorías: muy bajo, bajo, medio, alto y muy alto riesgo. No hay criterios para enjuiciar la clasificación y el resultado. De muy alto riesgo son 30 municipios y de alto riesgo son 31 municipios. Resido en uno de alto riesgo y prácticamente toda la familia ha caído contagiada del virus. Todos vacunados con 3 o 4 dosis hemos superado o estamos en proceso de superar las implicaciones. Debo reconocer que el mapa de riesgo es útil geográficamente. Tiene el nombre de cada municipio y la población. ¿Trasladarme a Nueva Esparta o a Guaymango disminuiría el riesgo al contagio? En otros mapas a la distribución territorial se le encuentra lógica, como son los casos de pobreza o de distribución de empresas; en el de covid-19, difícilmente se encuentran los fundamentos.
El sitio del Ministerio de Salud está actualizado hasta el 18 de octubre de 2022. Allí no aparecen los últimos diez contagiados que están a mi alrededor. A esa fecha, se registraron 11.3 millones de dosis administradas. Dentro de esas dosis se registran las mías, las de mi familia y cercanos. Registran también 2.6 millones de pruebas realizadas, 18 mil casos activos y 2,500 sospechosos.
Hay seguramente un problema de subregistro en la información difundida por el Ministerio de Salud. En esta sexta ola se conocen casos de personas que han sido tratadas por gripes agudas. No fueron por ningún examen para diagnosticarse. Sin ser especialista, por los síntomas puede concluirse que estaban contagiadas y contagiaron covid-19. Pero ellas y ellos no aparecen en el registro oficial sobre el covid-19.
Conozco casos cercanos que con los primeros síntomas, me incluyo, se hicieron la prueba en laboratorios privados. En menos de una hora se tienen resultados. Salen positivos y minutos después reciben mensaje del Ministerio de Salud Pública/isss, pero, a diferencia de los exámenes de laboratorio, el diagnóstico oficial de covid es “sospecha”. Entonces, ¿los casos se registran positivos o sospechosos? Al quedar el caso en sospecha aunque sea positivo, el caso está subregistrado.
Pregunté. Depende el examen que se hace. Si es antígeno, aunque el resultado sea positivo, queda registrado como sospechoso. Si es PCR y el resultado es positivo, queda registrado tal cual. La diferencia en el registro es de $60. El primer examen es de $20 y el segundo es de $80. La mayoría, por razones obvias y si no es prescripción médica, opta por el de más bajo precio. Horas después, en el lugar de residencia, se recibe el kit de medicinas para el tratamiento con antivirales, acetaminofén, vitaminas y la constancia con la indicación de aislamiento domiciliar. Esto es para los sospechosos y positivos. Los que no logran hacer examen para diagnóstico, se quedan con gripe y se autoabastecen.
El virus covid-19 vino para quedarse. Tendremos una y mil variantes. Se enfrentará una y otra ola con las implicaciones en el sistema sanitario que conocemos. ¡Dicen que ya no cabe uno más! Dicen que desmontaron los equipos y falta capacidad para atender la demanda. Esto se escucha, esto se ve y en los alrededores siguen los contagios. Hay que volver a la mascarilla. Y hay que volver porque según LPG (22.11.22) hasta la fecha se han aprobado préstamos por $170 millones exclusivamente por covid-19. Esto es un montón de dinero y no se puede saber cuánto se ha gastado por positivo, por sospechoso o por agripado. No se puede saber cuánto se destina a medicamentos, a servicios profesionales, a laboratorios ni a cualquier otro rubro. Volvamos a la mascarilla porque los préstamos se acaban y hay que pagarlos.
El virus covid-19 vino para quedarse. Tendremos una y mil variantes.