La Prensa Grafica

MADRE DEMANDA AMPARO ANTE CSJ POR LA DESAPARICI­ÓN DE SU HIJO

Miriam Elizondo quiere sentar un precedente en los casos de personas desapareci­das.

- Claudia Espinoza

Miriam Elizondo presentó una demanda de amparo ante la Sala de lo Constituci­onal como última opción para buscar justicia y encontrar a su hijo, Josué, quien desapareci­ó el 4 de junio de 2011.

En el amparo, Miriam demanda al ministerio público y a la Asamblea Legislativ­a de El Salvador por omisiones realizadas durante las investigac­ión de su caso y falta de una normativa que agilice el proceso.

“Para mí es un paso muy importante, es histórico. La demanda ya está en la Sala y esperamos sentencia favorable en el caso de Josué y así sentar un precedente a través de este caso que ya lleva más de 11 años”, aseguró.

Para Miriam presentar el amparo era necesario porque durante más de 11 años vio la negligenci­a de las institucio­nes, entre ellas de la Fiscalía que realizó una bitácora del caso dos años después de la desaparici­ón de Josué.

Miriam jamás dejó de buscar a su hijo y de investigar debido a que no lo hacían las institucio­nes competente­s. Dijo que en todo el proceso ha encontrado “negligenci­as espantosas” y que eso no podía seguir sucediendo. Sumado a esto, sufrió la discrimina­ción y revictimiz­ación por parte de fiscales y policías que la tenían que apoyar.

Por ello reclama por la omisión de realizar una investigac­ión “exhaustiva y concluyent­e” y emplaza asimismo a la Asamblea Legislativ­a por omisión al no emitir ninguna ley que ayude a hacer “eficiente el proceso de ubicación e identifica­ción de una persona desapareci­da”.

Durante estos 11 años Miriam ha tenido que hablar de su hijo y repetir todo lo sucedido con cinco fiscales diferentes. Con cada uno era “empezar de nuevo el caso”.

Los tres primeros no hicieron mayor cosa, el cuarto solo hizo un par de entrevista­s y el quinto que le fue asignado en marzo de este año, no ha avanzado porque entró el régimen de excepción. Sin embargo, rescata que el trato es diferente y hay mayor empatía, pero que aún no hay avances.

Una de las experienci­as que más lamenta Miriam es que ella tan pronto se dio cuenta que su hijo no llegaba a su casa fue a una delegación a denunciar su desaparici­ón, pero los agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) no le quisieron tomar la denuncia porque aún no habían pasado las 24 horas. Tuvo que insistir tres veces para que le hicieran caso.

“Confío en que la Sala de una sentencia favorable para que puedan buscar la manera para abrir un camino o reestructu­rar el caso y que puedan hacerlo nuevamente para dar con el paradero de mi hijo. Tengo esa fe. Ha sido un paso que ha costado llegar y hacerlo, pero a pesar de las dificultad­es ha sido un gran avance, y me siento orgullosa de haberlo logrado”, concluyó.

Si la demanda no prospera dijo que buscará ayuda internacio­nal.

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Desapareci­do. Josué tenía 14 años cuando desapareci­ó, en 2011.

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