Clara Grima o el placer de las matemáticas
Pratiquer les mathématiques de façon ludique : le combat de la blogueuse Clara Grima.
Qui a dit que les mathématiques étaient une discipline indigeste et rébarbative? La pétillante Andalouse, Clara Grima, docteure en mathématiques, chercheuse et blogueuse nous rend cette matière ludique dans son ouvrage de vulgarisation Je fais des maths en laçant mes chaussures publié en France aux éditions Les Arènes.
Clara Grima (Sevilla, 1971). Esta doctora en Matemáticas inició su labor divulgativa cuando su hijo le preguntó por el número pi. Acaba de publicar en España y en Francia Cómo atarte los zapatos, aparcar tu coche y otros problemas cotidianos resueltos por las matemáticas. En este libro explica cómo las matemáticas rigen nuestras vidas y toda la galaxia.
2. Pregunta: Sostiene que el mundo está controlado por las personas que saben trabajar con números. ¿Por qué? Clara Grima: Todas las grandes compañías que dominan el mundo lo hacen con algoritmos y matemáticas. Ahí están Google y Facebook. También hemos visto que, manipulando datos matemáticos, se puede modificar la intención de voto en un país. Los algoritmos son los que controlan el mundo.
3. Pregunta: Pero las matemáticas son las culpables de muchos dolores de cabeza de los estudiantes. C.G.: Forma parte de la cultura general decir que las matemáticas son aburridas y eso, unido a que no se han enseñado bien, han conseguido que la gente odie las matemáticas, a pesar de que son un juego divertidísimo.
4. Pregunta: ¿Está justificada la mala fama de los algoritmos? C.G.: Sí y no. Los algoritmos que están tomando mala fama están aprendiendo del comportamiento humano. Pero hay que hacer más algoritmos de control y en el sector público.
5. Pregunta: Facebook y Google saben demasiado sobre nosotros. Asusta. C.G.: Ellos no pueden saber nada que nosotros no queramos, pero la gente da muy alegremente los datos sin fijarse. Lo que me preocupa es la burbuja de filtros, que surge de las búsquedas que haces en la red y está adaptada a tus gustos. A riesgo de que me llamen fascista, en temas de salud pública, como por ejemplo las vacunas, rompería esta burbuja para que la primera página que saliera al hacer una consulta en internet, fuera la Organización Mundial de la Salud.
6. Pregunta: ¿Y cómo se puede hacer? C.G.: Pagando. Google tiene un algoritmo de posicionamiento y de ordenación maravilloso,
que me parece una verdadera obra de arte, similar a la Venus de Milo. Y lo han hecho dos tipos con matemáticas.
7. Pregunta: Deberes sí o deberes no. C.G.: Sí, sobre todo a partir de cierta edad. A los pequeñitos, no, deben jugar.
8. Pregunta: La cultura del esfuerzo no está de moda. C.G.: Sí, pero hay que esforzarse. En la vida, lo que produce más placer requiere de un mayor esfuerzo. Las matemáticas no son fáciles, pero son apasionantes. Lo mismo que jugar al fútbol tampoco es fácil ni subir al Everest. 9. Pregunta: En la ciencia hay menos mujeres que hombres, ¿por qué? C.G.: En Ingeniería Informática es demencial la desigualdad. Entras a una clase y no sabes si estás en álgebra o en una despedida de soltero. Esto nos preocupa mucho en la universidad. No puede ser. Es cierto que hay mujeres: la encargada de la seguridad de Google, por ejemplo, es una mujer, pero las cabezas visibles siempre son hombres.
10. Pregunta: ¿La universidad es machista? C.G.: Sí, aunque en mi entorno, no. Sin embargo, ahora, si quieres ser investigadora, de la maternidad te tienes que olvidar porque es imposible compaginarlo, aunque seas la mujer más brillante del mundo.
11. Pregunta: ¿Están sobrevalorados los másteres? C.G.: No lo sé. Los que conozco en universidades públicas son muy exigentes y muy serios.
12. Pregunta: ¿La corrupción sigue reglas matemáticas? C.G.: Sí. Siempre se lo digo a mis alumnos. La corrupción es como los fractales, que son unos dibujos que tienen la misma forma geométrica de lejos que de cerca. Si miras el país, hay corruptos, te acercas a la comunidad, y hay corruptos, y desciendes hasta el ayuntamiento, y también.