«Hoy todo el mundo habla a gritos, pero nadie escucha»
Interview du comédien Diego Luna à propos de sa série Pan y circo
Et si on passait à table pour discuter des défis que le monde d’aujourd’hui devra relever ? Tel est le principe de la série mexicaine Pan y circo lancée par l’acteur Diego Luna sur la plateforme Amazon Prime Vidéo. Accompagnés des plats mexicains traditionnels d’emblématiques chefs, des hommes politiques, activistes, artistes débattent du changement climatique, de l'identité, du racisme, de la violence de genre, de la migration et de la crise sanitaire actuelle… Interview.
senta temas polémicos en una mesa a la que se sientan seis expertos a conversar sobre el tema en cuestión: violencia de género y feminicidio, la crisis climática, la despenalización del aborto, racismo e identidad, la legalización de las drogas, inmigración y, finalmente, coronavirus. Una conversación articulada, en ocasiones enfrentada, donde los comensales disfrutan de tres platos creados por chefs de renombre. Pan y circo es una serie deliciosa donde entretener se convierte en el arte que estamos perdiendo.
2. ABC: ¿Qué te inspiró a crear este viaje culinario a través de conversaciones? ¿Fue un antídoto a tu papel en «Narcos» sobre el mundo de los carteles y el crimen? Diego Luna Bueno: La serie responde más a lo que soy como ciudadano. Vivo en México, y me preocupa el problema del crimen, que no es un problema específico de México. Mi idea con Pan y circo era crear un espacio donde
poder escucharnos. Hoy parece que todo el mundo habla a gritos, en las redes sociales, en los vídeos, y no son un buen ejemplo porque nadie escucha. Escuchando es cuando descubrimos lo que podemos hacer juntos, un camino para conectarnos. Las sociedades polarizadas son muy peligrosas, y ahí es hacia donde nos dirigimos en Estados Unidos, en México, en Brasil, en España. Este es el programa que, como ciudadano, quiero ver y en el que quiero participar. Un lugar donde acercarme a los cocineros. Estoy obsesionado con la comida y con las historias que cuentan estos chefs sobre su trabajo. Fue una oportunidad de alejarme de la ficción y hablar sobre el mundo real.
3. ABC: ¿Cuál es el equilibrio entre la preparación de comidas, comer y conversar? DL: Lo más importante es la conversación. Con la intención principal de que escuches las voces que no piensan de la misma manera sobre un tema y cómo plantean estas ideas.
Al confrontar ideas, comienzas a comprender los matices de los temas. Creo que estamos perdiendo nuestra atención de lo que realmente importa. La conversación tiene que ser larga y robusta, ante tres platos. Y cada plato tiene un significado. En el primer plato mostramos quiénes somos, por qué estamos allí y qué ha sucedido para que estemos sentados en esa mesa. El segundo es lo que está sucediendo con el problema planteado. Y el tercero trata de las posibilidades futuras. Y ese es el que siempre dura más tiempo. He querido invitar a personas enfrentadas que pudieran traer algún contraste a la mesa, pero sin crear peleas. No hay voces tóxicas, ni violentas. Luego, los chefs, a través de la cocina y los ingredientes, cuentan una historia y participan en la mesa.
4. ABC: ¿Las personas son más libres de expresar sus sentimientos con comida y vino? DL: Definitivamente. Creo que en la mesa te conectas con la persona que eres en los momentos más íntimos. Una mesa siempre te recuerda tu historia. Yo recomiendo mezcal para abrir el apetito. Les di mezcal a todos. Y, al final, los almuerzos se convirtieron en cenas.
5. ABC: ¿Son los comensales extraños compañeros de mesa? DL: No son completos extraños, porque son expertos en lo que sea que estén hablando y se conocen, pero nunca han tenido la oportunidad de sentarse a conversar largo y tendido. Al comer no puedes hablar, y eso te obliga a escuchar. Cuando tienes un chef fantástico como Enrique Olvera o Elena Reygadas, debes quedarte a disfrutar el postre y vivir la experiencia con las otras seis personas sentadas a tu alrededor. Muchas personas se reunieron en la mesa de Pan y circo y se mantuvieron conectados. Y ahora los ves en Twitter y, sí, participan en debates juntos, y esa conexión se hizo en la mesa del programa. 6. ABC: Muchos actores se mantendrían alejados de temas en los que una cita incorrecta se convierte en controversia. DL: Vivo en México, un país que amo, pero que está lleno de contradicciones, contrastes y toneladas de desafíos. Vivimos en una sociedad fracturada y necesitamos intentar conectarnos unos con otros. De otro modo, la distancia se volverá irreparable y no quiero vivir en un mundo en donde la sociedad pierde su capacidad para entenderse porque no somos capaces de articular palabras. Me he propuesto intentar crear una conexión y lo voy a hacer con mi trabajo de productor, de actor, de escritor, de director. En eso invierto mi tiempo. Yo leo. Tengo curiosidad por cómo piensan otras personas, y si tengo esta oportunidad y el apoyo de Amazon para invitar a la mesa a un foro más grande, lo hago. Lo veo como una oportunidad para llevar a cabo mi sueño de conectar a las personas.