La clave para frenar el envejecimiento la tiene un pueblo amazónico
Les excellentes artères d’une ethnie de l’Amazonie bolivienne
L’ ethnie chimane en Amazonie bolivienne aurait-elle l’élixir de l’éternelle jeunesse ? Ses membres détiennent en effet le record mondial du plus faible taux de coronaropathies. Un mode de vie préindustriel, un régime alimentaire riche en fibres et pauvre en produits transformés, tel est le secret…
El pueblo indígena de la Amazonia boliviana tsimane o chimán no solo parece tener los corazones más sanos durante la vejez del planeta, sino que también es único por sus cerebros sanos que envejecen más lentamente. Este paradigma de envejecimiento saludable podría ser la consecuencia, asegura un estudio publicado en Journal of Gerontology, con un estilo de vida relacionada con su estilo de vida de subsistencia preindustrial que les obliga a estar activos físicamente y seguir una dieta alta en fibra que incluye verduras, pescado y carne magras, con menos del 10 % de grasa total.
MENOR NIVEL DE ENVEJECIMIENTO
2. En un trabajo anterior, publicado por The Lancet en 2017, y dirigido por investigadores de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque (EE. UU.), se vio que los chimanes tienen los menores niveles de envejecimiento vascular observados en cualquier población, hasta el punto de que su incidencia de aterosclerosis es cinco veces menor que la de los estadounidenses.
3. Ahora en este nuevo estudio se muestra que los chimanes tienen un menor riesgo de demencia ya que se ha visto que experi
mentan menos atrofia cerebral que sus pares estadounidenses y europeos. Los resultados del estudio mostraron que la disminución de sus volúmenes cerebrales con la edad es un 70 % más lenta que en las poblaciones occidentales.
4. Es decir, en aras de reducir nuestro riesgo cardiovascular y tener un envejecimiento cerebral saludable la solución parece clara: menos vida occidental y más dieta y estilo de vida chimán.
5. Y es que los chimanes permanecen físicamente activos durante el 90 % de las horas del día –frente a solo un 46 % en el caso de los estadounidenses, mucho más sedentarios–. Una actividad que se explica por su modo de subsistencia, basado en la caza, la pesca y la ganadería, lo que obliga a los varones a permanecer activos un promedio de 6 a 7 horas diarias y de 4 a 6 horas en el caso de las mujeres.
6. Al contrario que las personas que residen en las naciones industrializadas y tienen acceso a la atención médica más moderna, los chimanes, con poco o ningún acceso a estos cuidados médicos, llevan una vida extremadamente activa y consumen una dieta rica en fibra que incluye verduras, pescado y carne magra. Justo lo contrario que el estilo de vida occidental donde predomina el sedentarismo, las dietas ricas en grasas y el consumo de alcohol o tabaco.
7. «Los chimanes nos han proporcionado un experimento natural asombroso sobre los efectos potencialmente perjudiciales del estilo vida occidental para nuestra salud», reconoce el autor del estudio, Andrei Irimia, de la Universidad del Sur de California (EE. UU.). «Estos resultados nos dicen que la atrofia cerebral puede reducirse mediante el mismo estilo de vida asociado con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular».
8. La investigación, llevada a cabo en 746 adultos de 40 a 94 años, fue extremadamente compleja. Los chimanes viven en áreas recónditas de la selva del Amazonas a más de 1 día o dos de viaje en canoa o carretera de la población más cercana.
9. Y para completar su estudio los investigadores tuvieron que trasladar a los voluntarios hasta Trinidad (Bolivia), la ciudad más cercana con equipo de escáner por tomografía computarizada para obtener los escáneres de sus cerebros.
10. Gracias a los escáneres, los investigadores calcularon los volúmenes cerebrales para después relacionarlos con la edad de cada participante. Y, en una segunda fase, compararon estos resultados con los de tres poblaciones industrializadas de EE. UU. y Europa.
11. Así encontraron que la diferencia en los volúmenes cerebrales entre la mediana edad
y la vejez es un 70 % menor en los chimanes que en los cerebros de las poblaciones occidentales. Es decir, escriben, esto sugiere que los cerebros de chimanes probablemente experimenten mucha menos atrofia cerebral que los de los occidentales a medida que envejecen. La atrofia, explican, se correlaciona con un riesgo de deterioro cognitivo, funcional y demencia, como la enfermedad de Alzheimer.
12. Curiosamente, tanto los chimanes como los voluntarios de los países industrializados tienen altos niveles de inflamación, que se asocia con la atrofia cerebral en los occidentales; sin embargo, el estudio sugiere que esta inflamación elevada no tiene un efecto pronunciado sobre los cerebros de chimanes.
13. ¿La causa?, según los autores del estudio, los bajos riesgos cardiovasculares de este pueblo indígena pueden superar el riesgo inflamatorio provocado por la infección, lo que genera nuevas preguntas sobre las causas de la demencia.
14. Es posible, escriben los investigadores que una posible razón es que, en los occidentales, la inflamación se asocia con obesidad y causas metabólicas, mientras que, en los chimanes, está impulsada por infecciones respiratorias, gastrointestinales y parasitarias. Hay que tener en consideración que las enfermedades infecciosas son la causa de muerte más importante entre esta población.
15. "Nuestro estilo de vida sedentario y una dieta rica en azúcares y grasas pueden estar acelerando la pérdida de tejido cerebral con la edad y haciéndonos más vulnerables a enfermedades como el Alzheimer", asegura el autor del estudio Hillard Kaplan, de la Universidad de Chapman (EE. UU.), quien ha estudiado a los chimanes durante casi dos décadas. "Esta población puede servir como base para un envejecimiento cerebral saludable".
16. Para Kaplan, estos nuevos hallazgos, sumados a los ya publicados en The Lancet sobre su buena salud cardiovascular "nos presentan una gran oportunidad de intervención para mejorar la salud del cerebro, incluso en poblaciones con altos niveles de inflamación".
17. Pero cuidado: este beneficio podría acabar perdiéndose por la influencia de nuestro modo de vida occidental, que ya se está extendiendo, y a pasos agigantados, por la Amazonia boliviana: la llegada de nuevas carreteras y la introducción de canoas motorizadas en los últimos cinco años han incrementado dramáticamente el acceso del pueblo chimán a los mercados urbanos, a los que acuden a comprar azúcar y aceite para cocinar. Una situación que está conllevando notables cambios económicos y nutricionales en la población chimán.
Los cerebros de chimanes probablemente experimenten menos atrofia cerebral que los occidentales