Sara Baras, un bolero para su padre
Sara Baras, un 'boléro' pour son père
La danseuse et chorégraphe Sara Baras est de retour à Paris du 26 au 31 décembre à la salle Pleyel avec Alma, un nouveau spectacle alliant flamenco et bolero. C’est aussi l’occasion pour l’artiste andalouse, prix national de danse, de rendre hommage à son père…
Cayetano Pereyra Roldán no se perdía ningún espectáculo de Sara Baras. Discreto y sentencioso, se le hinchaba el pecho de orgullo al ver a la bailaora quebrar el silencio con su vertiginoso taconeo, y musitaba un sigiloso "¡Olé!" cuando la bailarina remataba con su sonrisa característica. Al bajarse del escenario, Sara esperaba siempre la mirada de aprobación, y orgullosa, de Cayetano, su padre. Ahora lo hace mirando al cielo.
2. Alma nació como un homenaje a él. “Adoraba los boleros —explica la bailaora—, y siempre hablábamos de hacer fundir en un espectáculo estas canciones con el flamenco. Elegimos juntos los boleros para Alma, eran los que más le gustaban... Era un enamorado de Moncho, y me hacía gracia porque Moncho era flamenco... Mi padre era muy recto para algunas cosas pero muy sensible para otras”.
3. Sara Baras habla con dulzura de su padre. “Me siento más fuerte que nunca —asegura—. No me imaginaba que pudiera encontrarme con mi padre en mitad de mi baile. El primer día sin él pensé que el escenario iba a ser un castigo... Pero no, para nada. He aprendido a sentirlo, y la magia del teatro te lleva a un sitio distinto... Por eso digo siempre que este espectáculo está entre el cielo y la tierra”.
3. en mitad de mi baile au milieu de ma danse / un castigo une punition / para nada pas du tout / te lleva a un sitio distinto t'emmène ailleurs / por eso voilà pourquoi.
SUR LE BOUT DE LA LANGUE
4. Alma, dice la bailarina, “es un abrazo enorme, donde el flamenco abraza al bolero, y el bolero se deja abrazar por el flamenco”. Canciones como Nostalgia, Algo contigo, Contigo aprendí, Toda una vida o Adoro se transforman en seguiriya, bulería, rumba, soleá por bulería y jaleo, respectivamente. Le acompañan un grupo de seis bailarinas y siete músicos —entre ellos un saxo, instrumento muy poco frecuente en el flamenco—, bajo la dirección musical de Keko Baldomero, y seis bailarinas, alguna de las cuales, como Charo Pedraja, lleva más de veinte años a su lado.
5. De alguna manera, Alma le está ayudando, confiesa Sara Baras, a cicatrizar la herida. “No se cierra, pero el espectáculo me hace ver y sentir de otra manera. Alma tiene algo de él y para mí es una lección: me ha enseñado a enfrentarme a ciertas cosas de la vida que me daban mucho miedo. Perder a mi padre me daba mucho miedo. Pero por una parte me ha endurecido, y me hace encontrarme con él de otra manera diferente”.
6. Cuando se le pregunta si baila este espectáculo con una emoción especial, no duda Sara
Baras en responder que sí. “Sin duda. Me siento, por un lado, más fuerte que nunca, y al mismo tiempo me siento tan conectada con mi padre que es como sí no tuvieran importancia los pasos, la colocación. Es como dejarme llevar por algo que sé que a él le está gustando, y entonces tengo una sensación diferente, mucho más de dentro. Y se nota mucho en momentos determinados del baile que no han nacido en el estudio, sino que salen directamente en el escenario, en ese momento justo en que me siento completamente unida a él.
Manolo Sanlúcar
7. Hace unos meses falleció también un músico que fue decisivo en uno de los más importantes jalones de la carrera de Sara Baras: Manolo Sanlúcar, autor de la música de su ballet Mariana Pineda, estrenado hace ya veinte años. “Me acordé mucho de ese ballet ese día, sí. Fue un trabajo precioso, y dos décadas después creo que sigue siendo muy moderno.¡Qué genio era Manolo, qué genio! ¡Qué oportunidad me dio la vida más bonita de aprender del maestro, de tenerlo cerquita creando... Qué pena no poder transmitírselo a las generaciones de ahora...»
EL FLAMENCO ABRAZA EL BOLERO, Y EL BOLERO SE DEJA ABRAZAR POR EL FLAMENCO.
8. El próximo año, Sara Baras celebrará las bodas de plata de su compañía, que nació en Murcia en abril de 1998 con un espectáculo titulado Sensaciones. “El apoyo de la gente que me rodea ha sido el mayor estímulo para atreverme a dar este paso y formar esta compañía con la que mostrar mis sentimientos y mi propia manera de entender el baile”. Veinticinco años después, no ha cambiado nada “La verdad es que no tenía pensado hacer nada especial... Seguir con Alma, pero mucha gente me recuerda la fecha, ha ocurrido lo de Manolo... Veinticinco años para una compañía privada es mucho tiempo. Hemos hecho dieciséis o diecisiete espectáculos, no hemos dejado de trabajar, quitando la pandemia... No sé si es que Alma me tiene tan ocupada que todavía no he pensado en nada. Pero algo tendríamos que hacer algo especial”.