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¿Necesita Europa realmente el gasoducto ruso Nord Stream 2?
Después del envenenamiento del líder opositor ruso Alexei Navalny, Europa se enfrenta a la difícil decisión de detener o no su proyecto de oleoducto con Rusia. DW examina qué significaría el fin de Nord Stream 2.
A pesar de que la canciller Angela Merkel lo siga afirmando desde hace tiempo: el gasoducto Nord Stream nunca fue un proyecto puramente económico.
Ciertamente, los argumentos económicos se han presentado una y otra vez: el gas ruso debería compensar la disminución de la producción en Noruega, los Países Bajos y otros países europeos, y también permitir el cambio energético alemán con la salida de la energía nuclear y el carbón. Pero Rusia estaba interesada principalmente en el acceso directo a Alemania, sin depender de países de tránsito como Ucrania o Polonia.
El gas fluye a través del gasoducto durante casi nueve años. El gasoducto Nord Stream 2, que cuya concreción está siendo debatida actualmente, y a al que solo le faltan unos 100 kilómetros para su finalización, debería duplicar su capacidad hasta llegar a los 110.000 millones de metros cúbicos.
Pero esa cantidad adicional de gas no es realmente necesaria. "El Nord Stream 2 no es indispensable para la seguridad del suministro en Alemania y Europa", dice Christoph Weber, profesor de Economía Energética en la Universidad de Duisburg-Essen. "Hay acceso al gas natural de varias fuentes, ya sea de Noruega, EE. UU. o del norte de África", dice Weber a DW.
Marc Oliver Bettzüge, director del Instituto de Economía Energética (EWI) de la Universidad de Colonia, tampoco ve ninguna brecha en el suministro si el Nord Stream 2 no se concretara.
A la inversa, los efectos positivos del oleoducto también serían limitados si se completase. Los precios del gas en Europa caerían entonces "notablemente, aunque no dramáticamente", dijo Bettzzüge en entrevista con el diario alemán
Frankfurter Allgemeine Zeitung
(FAZ), por "alrededor de un cinco por ciento".
El veredicto de los expertos en energía del renombrado Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) es más duro. El Nord Stream 2 es "innecesario en términos de energía, perjudicial para el medio ambiente y poco rentable desde el punto de vista empresarial", comenta Klaudia Kempfert, coautora de un estudio de 2018 de dicho instituto.
A diferencia de Nord Stream 1, en la que participan empresas europeas como la alemana Eon y la francesa Engie, Gazprom es propietaria del 100% de la empresa operadora de Nord Stream 2.
Entonces, ¿existe el peligro de que Rusia utilice sus suministros de energía como instrumento de presión? Timm Kehler, presidente de
Zukunft Erdgas (Futuro Gas Natural),
una asociación industrial, cree que esto es muy posible."El gas natural ruso representa alrededor del 40 por ciento del consumo de gas natural en la UE", dijo al periódico alemán
"Estas cantidades no pueden ser reemplazadas rápidamente". En Alemania, el gas ruso representa incluso la mitad del consumo total.
Handelsblatt.
Entonces, ¿qué hacer? "El trabajo de la política es decidir en estas situaciones difíciles. ¿Qué alianzas son importantes?" pregunta el economista Weber. "Como científico, solo te centras en un solo aspecto".
Weber entiende las demandas de detener el proyecto Nord Stream 2. "Personalmente, creo que Alemania y Europa, como comunidad de valores, también deben defenderlos. Esto puede incluir, en casos extremos, tal decisión.
Sin embargo, este es un argumento que, tradicionalmente, recibe poca atención en la política. Después de que el periodista Jamal Kashoggi fuera asesinado en el consulado de Arabia Saudita en Estambul, en 2018, Alemania solo suspendió brevemente sus exportaciones de armas al país. Ni siquiera hubo un debate sobre no comprar petróleo a los saudíes como castigo.
(gg/cp)
lización que hizo posible la OMC está retrocediendo en todo el mundo.
Bajo la presidencia de Trump, EE. UU. ha adoptado una postura notablemente más unilateral sobre cuestiones de comercio mundial. Ha estado involucrado en una guerra comercial con China. Y Trump ha criticado también duramente a la OMC, calificándola de "horrible". Sin embargo, las quejas estadounidenses son anteriores a la era Trump.
Solo en la OMC, la administración del expresidente Barack Obama presentó 16 casos contra China, incluido uno, en su última semana de mandato, sobre la industria del aluminio del país. La opinión estadounidense de que la OMC ha actuado demasiado a la ligera cuando se trata de la economía fuertemente respaldada por el Estado chino es compartida por la Unión Europea y Japón.
La decisión de la administración Trump de bloquear los nombramientos para el órgano de apelación de la OMC, su tribunal más alto, paralizó la capacidad de funcionamiento de ese organismo. Eso ha congelado todos los casos futuros y significa que la OMC no tiene actualmente poder para hacer cumplir sus tratados. Si bien no muchos países miembros de la OMC celebran las tácticas de Estados Unidos, sí han hecho de la reforma de la OMC una prioridad urgente para quien suceda a Azevedo.
El proceso para sucederlo ya está en marcha. Ocho candidatos compiten por el puesto: Abdel-Hamid Mamdouh (Egipto), Amina Mohamed ( Kenia), Mohammad Al-Tuwaijri (Arabia Saudita), Yoo Myung-hee (Corea del Sur), Liam Fox (Reino Unido), Tudor Ulianovshi (Moldavia), Ngozi Okonjo-Iweala (Nigeria) y Jesús Seade Kuri (México).
La decisión sobre quién gana el concurso la toman los 164 países miembros de la OMC, pero el procedimiento de selección no es un simple voto. Tres embajadores de la OMC, que presiden los comités principales, lo dirigen. Se reunirán en privado con los países miembros, y darán a conocer sus preferencias sin ránkings ni vetos.
El objetivo es que los miembros encuentren un candidato de consenso, en lugar de uno que obtenga simplemente la mayor cantidad de votos. Los ocho candidatos han estado haciendo campaña durante los últimos dos meses, principalmente en presentaciones virtuales a los países miembros, como resultado de la pandemia de COVID-19.
Ese proceso finaliza el 7 de septiembre, y del 7 al 16 de septiembre el trío de embajadores de la OMC intentará reducir el campo, primero a cinco candidatos y finalmente a dos. Se espera que el sucesor de Azevedo sea nombrado en noviembre, pero pocos se sorprenderían si la decisión se prolonga hasta el 2021.
La votación solo se llevará a cabo si en este camino no se logra encontrar un candidato claro. Pero ya las primeras señales no son buenas: los miembros de la OMC no han logrado ponerse de acuerdo sobre un director general interino temporal, lo que significa que cuatro suplentes se encargarán de las funciones del director general por ahora.
Las dos favoritas son la keniana Amina Mohamed y la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala. Si alguna de ellas emerge triunfante del proceso, se convertirá a la vez en la primera mujer y la primera persona africana en ocupar el cargo. La falta de una amplia experiencia de OkonjoIweala en el comercio internacional puede inclinar la balanza hacia Mohamed.
A los otros seis candidatos no les gustará el hecho de que Mohamed y Okonjo-Iweala hayan sido designadas como favoritas desde el principio, pero el proceso depende más de que los candidatos no sean impopulares que de que sean populares. Eso hace que sea más difícil para los candidatos de determinadas regiones.
La UE no presentó su propio candidato. En cambio, se centró en encontrar un candidato internacional que respaldara y que pudiera ocuparse mejor de las principales tareas que enfrenta la organización.
La disputa entre Estados Unidos y China está en el centro. Es probable que los candidatos respaldados con demasiado entusiasmo por uno de esos bloques sean desagradables para el otro. Por esa razón, los candidatos mexicano y surcoreano pueden tener dificultades, debido a la percepción china de que serán aliados de Estados Unidos.
Tanto Mohamed como Okonjo-Iweala han dicho que las críticas de Estados Unidos al organismo de apelación de la OMC son válidas, y han coincidido en que el organismo en ocasiones ha ido más allá de la aplicación de los tratados y se ha inclinado a la elaboración del derecho internacional.
Eso probablemente los convertirá en candidatos atractivos para los bloques estadounidense y europeo, mientras que también garantiza que obtendrán un apoyo significativo en África y en otras regiones del mundo.
El director general no hace política comercial global; en cambio, su papel es similar al de un presidente, en el sentido de que el director general preside el comité de negociaciones comerciales y puede intervenir en las disputas comerciales designando personas para los paneles de adjudicación, cuando los miembros no están de acuerdo.
Sin embargo, las circunstancias especiales que aguardan al próximo director general pueden hacer que se refuercen los requisitos del puesto. Para abordar el tema del proteccionismo, una política que se ha visto fortalecida por la pandemia, se requerirá un líder especialmente fuerte.
Pero una tarea aún más exigente será restaurar la credibilidad de la OMC como organización internacional relevante. Eso requerirá de alguien capaz de convencer a los miembros más poderosos de la OMC de que vale la pena apoyar a la organización. Para eso, parece imprescindible contar con un candidato con afán de reforma y capacidad para llevarla a cabo.
(rml/ers)
de algunas premisas plausibles, que también deben cumplirse: "Esto incluye mantener la pandemia bajo control". Además, Heil asume que la crisis del coronavirus seguirá frenando la demanda de exportaciones y "debemos contar con que solo habrá una vacuna en la segunda mitad del próximo año".
Todas estas incertidumbres también inquietan a las empresas. "Además de la pandemia, hay incertidumbres que están fuera de nuestro control, por ejemplo: cómo terminarán las elecciones presidenciales en Estados Unidos o cómo se configurará el brexit".
La tasa de desempleo en la zona euro aumenta
Mientras tanto, la tasa de desempleo en la zona euro aumentó por cuarto mes consecutivo en julio y ha alcanzado su nivel más alto desde noviembre de 2018. La oficina de estadísticas de Eurostat anunció que la tasa aumentó en 0,2 puntos porcentuales hasta el 7,9 por ciento.
Los analistas esperaban un aumento aún mayor del desempleo y pronosticaban una tasa del 8,0 por ciento como consecuencia de la crisis del coronavirus. Sin embargo, la tasa de junio se ha revisado ligeramente a la baja, del 7,8 por ciento anterior a solo el 7,7 por ciento.
En febrero y marzo, la tasa había alcanzado un mínimo del 7,2 por ciento, que aumentó luego durante la crisis del coronavirus. Anteriormente, se había producido una disminución constante del desempleo en la zona euro. Desde el récord de más del doce por ciento en 2013, la situación en el mercado laboral había mejorado constantemente hasta esta crisis
Según Eurostat, 12.793 millones de personas estaban desempleadas en la zona euro en julio. En comparación con el mes anterior, el número aumentó en 344.000. El desempleo juvenil se mantiene en un nivel elevado. Y la tasa de desempleo de los menores de 25 años se elevó al 17,3 por ciento en julio, tras el 17,2 por ciento de junio.
Las medidas tomadas para contener la pandemia han provocado un fuerte aumento en el número de solicitudes de prestaciones por desempleo. Al mismo tiempo, una proporción significativa de los que se habían registrado en las oficinas de empleo ya no buscaban activamente trabajo o ya no estaban disponibles porque tenían que cuidar de sus hijos, por ejemplo. Esto lleva a discrepancias entre el número de desempleados registrados y los clasificados como desempleados según la definición de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Los datos del mercado laboral de Eurostat se basan en métodos de encuesta de la Organización Internacional del Trabajo y no pueden compararse con los datos nacionales de la Agencia Federal de Empleo de Alemania.
(rml/ers)