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Incendios forestales: el eterno problema de Portugal
Cada año arden bosques en Portugal, sobre todo en el centro y en el norte del país, donde áreas enteras se han transformado en monocultivos de eucaliptos.
En Portugal los incendios de 2017 arrasaron medio millón de hectáreas de bosque y cobraron la vida de 121 personas. Entonces ardieron sobre todo plantaciones de eucaliptos y bosques de pinos en el interior del país y en el norte, zonas escasamente pobladas y de difícil acceso. En el caso de Portugal, no había un problema que resolver, sino muchos relacionados entre sí. Árbol problemático, el eucalipto
En primer lugar, la expansión del eucalipto preocupa a Portugal desde hace décadas. Ese árbol proporciona la materia prima para la poderosa industria portuguesa de la celulosa, que con sus exportaciones representa el 1,5% del producto interior bruto, dinero que el país necesita con urgencia.
Muchos pequeños agricultores han reemplazado las especies de árboles auctóctonos, de crecimiento lento, por una australiana, que permite talarla después de diez años y promete ganancias rápidas. En Portugal, más de una cuarta parte de los árboles es ahora un eucalipto. Se ha convertido en la especie arbórea más importante del país.
Sin embargo, el eucalipto no solo necesita mucha agua para crecer, sino que también arde con rapidez. "Las chispas pueden propagar incendios forestales por kilómetros", explica Luís Lopes, de la Agencia para la Gestión Integrada de Incencios Forestales (AGIF), quien fue comandante en jefe de bomberos y sabe lo peligroso que pueden ser los incendios de plantaciones de eucaliptos. Hay alternativas
Él comprende a quienes necesitan los ingresos derivados de