Deutsche Welle (Spanish edition)
Deutsche Bank: una larga historia de escándalos
La nueva filtración de los archivos de FinCEN muestra cómo los principales bancos internacionales estaban involucrados en lavado de dinero a gran escala. Aquí los escándalos más sonados del principal banco de Alemania.
Últimamente estaba todo tranquilo en torno al Deutsche Bank. Sin nuevas acusaciones, ni más multas. La nueva dirección del banco bajo Christian Sewing, al mando desde la primavera de 2018, parecía haber logrado lo que los rascacielos del banco en la metrópoli financiera alemana de Fráncfort habían anhelado durante mucho tiempo: la calma y un programa de reestructuración que se necesitaba con urgencia. Pero ahora que se conocen los archivos de FinCEN y el papel del Deutsche Bank en ellos, esa calma parece haber terminado.
Desde el estallido de la crisis financiera mundial en 2007/2008, la principal institución financiera de Alemania, con sus 150 años de historia, ha sido objeto de frecuentes titulares negativos. Aquí un resumen de los mayores escándalos: alto riesgo son considerados el detonante de la crisis financiera mundial. El Deutsche Bank también compró hipotecas mal garantizadas de compradores de viviendas estadounidenses, agrupadas en productos financieros extremadamente complejos, fueron provistas de las mejores calificaciones y revendidas a los bancos como productos de inversión seguros. Cuando el mercado se derrumbó, los bonos de pronto dejaron de tener valor. El banco alemán hacía mucho que había apostado internamente por un desplome, y ganó mucho dinero con él. En 2013, el Deutsche Bank fue condenado a pagar 1.900 millones de dólares a las estatizadas instituciones hipotecarias estadounidenses Freddie Mac y Fannie Mae. En 2017, el banco llegó a un acuerdo con las autoridades estadounidenses. Al principio se habló de un total de 14 mil millones de dólares, lo que habría llevado al Deutsche Bank a la ruina. Pero, al final, se pagaron 7.200 millones de dólares.
Mientras el banco seguía negociando con las autoridades estadounidenses, se conoció otro escándalo en 2015, aunque a una escala mucho menor. Según los investigadores, el banco había blanqueado en rublos rusos unos 10 mil millones de dólares desde 2011 a través de transacciones de acciones. Como se trataba de transacciones en dólares, las autoridades estadounidenses intervinieron. La multa en este caso fue de 600 millones de dólares. Posteriormente, el banco cerró sus operaciones de banca de inversión en Rusia. Con lo que se sabe ahora, esto fue aparentemente sólo la punta del iceberg.
Euribor y Libor son abreviaturas de tipos de interés de referencia. La tasa de oferta interbancaria en euros (Euribor) y la tasa de oferta interbancaria de Londres (Libor) indican las condiciones en que los bancos se prestan dinero entre sí en euros y otras monedas. Se consideran un importante punto de referencia para las tasas de interés de los préstamos a corto plazo y las principales transacciones financieras, como las hipotecas y los derivados. En 2013, la Comisión Europea impuso a seis grandes bancos internacionales una multa de 1.700 millones de euros por manipular los tipos de interés. Gran parte de la multa, unos 725 millones de euros, fue pagada por el Deutsche Bank, que más tarde fue multado con otros 2.500 millones de dólares por las autoridades británicas y estadounidenses.
En este caso, la multa que tuvo que pagar el Deutsche Bank fue considerablemente menor. En opinión de las autoridades de Washington, el banco alemán había violado el embargo estadounidense existente sobre Irán y debió pagar una multa de 260 millones de dólares en 2015. Una cantidad mucho menor frente a los 1.400 millones de dólares que su competidor más cercano, el Commerzbank, tuvo que pagar por las mismas acusaciones.
"Fue un grave error aceptar a Jeffrey Epstein como cliente en 2013". Así fue como el Deutsche Bank hacía mea culpa en el verano de 2020, cuando la Autoridad de Supervisión Financiera de Nueva York (DFS) le impuso una multa de 150 millones de dólares. El Deutsche Bank conocía los "terribles antecedentes penales" de Epstein, pero no actuó frente a "sospechosos retiros de efectivo habituales". Entre estos se incluían pagos relacionados con el abuso sexual de menores. El multimillonario, que fue condenado por delitos
sexuales, se suicidó en prisión en agosto de 2019. desempeñó un papel importante en uno de los mayores escándalos de lavado de dinero del mundo hasta la fecha; después de todo, era el banco corresponsal del Danske Bank. Entre 2007 y 2015, se hicieron pagos sospechosos por un monto de alrededor de 200 mil millones de euros a través de la sucursal del banco danés en Estonia. También en este caso, la autoridad reguladora de Nueva York acusó a los alemanes de "insuficiente supervisión de sus clientes". Entretanto, el Deutsche Bank ha invertido unos mil millones de dólares en la mejora de los controles internos y ha aumentado en más de 1.500 el número de empleados del departamento correspondiente.
(ct/er)
prar oro. El emisario de Zarrab, Adem Karahan, contó más tarde al diario turco que actuaba como mensajero de dinero al contado desde Dubai hacia Turquía, y desde Dubai hacia Irán.
Una de las compañías de las que recibió dinero fue Nadir Gold LLC, una subsidiaria de Nadir Döviz en Dubai. Deutsche Bank registró precisamente a esas dos compañías en su SAR de marzo de 2017 al FinCEN.
En ese momento, el gobierno de Erdogan negó todas las acusaciones contra Zarrab y vinculó la pesquisa a un intento de golpe de Estado, arrestando a los investigadores que la iniciaron. Zarrab estuvo dos meses en prisión y luego fue liberado.
En marzo de 2016, Zarrab volvió a ser arrestado, esta vez en EE. UU., cuando iba camino de Disney World con su familia. Las autoridades estadounidenses lo acusaron de lavado de dinero, fraude, y de ayudar al gobierno iraní a evadir sanciones económicas. El acusado se declaró culpable y más tarde fue testigo estrella en un juicio contra un ejecutivo del banco turco Halkbank.
Cumhuriyet
Durante ese proceso, en noviembre de 2017, Zarrab denunció que funcionarios del gobierno turco, incluyendo el presidente Erdogan, habían permitido al Halkbank crear una compleja red de compañías fantasma y transacciones falsas en oro para ayudar a Irán a evadir las sanciones impuestas por EE. UU. Nadir Döviz y el Deutsche Bank se negaron a responder preguntas específicas sobre su conexión entre sí y con Reza Zarrab. Pero lo que se evidencia es un patrón en los vínculos entre Deutsche Bank con clientes sospechosos.
Deutsche Bank hizo transacciones, otro banco se negó
Las filtraciones del FinCEN revelan que Deutsche Bank también condujo transacciones para una refinería de petróleo en Turkmenistán, a pesar de que esta probablemente habría violado las sanciones contra Irán. La filial estadounidense del Deutsche Bank, TCA, documentó dos informes SAR en octubre de 2014 y febrero de 2015 relacionados con esas transacciones.
En esos informes, DB refiere que "el Complejo de Procesamiento de Petróleo Turkmenbashi todavía está implicado en actividades comerciales restringidas por sanciones estadounidenses” exportando gas licuado a Irán. Turkmenbashi Oil es el mayor productor de petróleo y gas en Turkmenistán.
De acuerdo con el SAR de Deutsche Bank TCA, esa empresa facilitó transacciones por valor de 168,5 millones de dólares entre abril y septiembre de 2014 para Turkmenbashi Oil. Y procesó alrededor de 113 millones de dólares en otras transacciones entre septiembre de 2014 y enero de 2015.
Mientras Deutsche Bank TCA movió dinero para Turkmenbashi Oil, BNY Mellon, otro banco que ofrece servicios en Nueva York, rehusó procesar transacciones para esa compañía también en ese período.
Oligarcas rusos bajo sanciones
Los informes SAR filtrados también indican que Deutsche Bank podría haber permitido a algunas compañías esquivar sanciones en Rusia y en Irán.
Surgutneftegas, una de las mayores compañías rusas de petróleo, fue sancionada en EE. UU. en septiembre de 2014 por apoyar la guerra rusa contra Ucrania.
Las sanciones prohibían el aprovisionamiento de todo tipo de equipo técnico para respaldar a compañías petroleras rusas, así como transacciones que lo posibilitaran.
Como banco corresponsal, Deutsche Bank TCA estuvo envuelto en 47 transferencias por valor de cerca de 430 millones de dólares hacia y desde Surgutneftegas entre principios de marzo y mitades de mayo de 2015, es decir, bastante después del anuncio de las sanciones.
El análisis que hace el Consorcio Internacional de Periodistas Investigadores (ICIJ) de los datos del FinCEN indica que Deutsche Bank también movió más de 11.000 millones de dólares en transferencias entre 2003 y 2017 para compañías vinculadas a Oleg Deripaska, un multimillonario ruso y aliado del presidente ruso, Vladimir Putin, a pesar de estar completamente al tanto de las investigaciones en curso.
El mismo Deutsche Bank envió un SAR en noviembre de 2016 declarando que "Deripaska está bajo investigación de autoridades de EE. UU. y Reino Unido en relación con una transacción de 57,5 millones de dólares en 2007”.
El reporte señaló que "en el pasado, autoridades de EE. UU. han acusado al Sr. Deripaska de tener conexiones con el crimen organizado”.
Deripaska fue registrado en la lista estadounidense de sanciones individuales en 2018 por lavado de dinero, extorsión y vínculos con grupo del crimen organizado. Deripaska niega haber cometido lavado de dinero y crímenes financieros y ha demandado al gobierno de EE. UU. para revertir las sanciones.
¿Todo por dinero?
El Deutsche Bank ha sido penalizado muchas veces en el pasado por posibilitar actividades sospechosas. ¿Por qué habría continuado haciéndolo luego de haber pagado una abultada multa de 258 millones de dólares en 2015? Para Tim White, un asesor de AML Right Source, una consultora de investigación contra el lavado de dinero, la respuesta es simple: dinero.
White dice que "al continuar con esas transacciones sospechosas, los bancos están haciendo más dinero que lo que podrían costarles esas transgresiones”.
(cp/ers)
lantes chinos con poco dominio del inglés no tienen otra opción más que WeChat", razonó la magistrada, que destacó también las serias dudas que supone la orden del gobierno, que podría violar la Primera Enmienda, que garantiza las libertades de expresión, culto, prensa y reunión.
DZC (EFE, AFP)