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Perú, rumbo a la preservación marina con la creación de su primera área protegida
La reserva del Dorsal de la Cordillera Nasca es la primera y la más grande área marina protegida de Perú, y cubre alrededor el equivalentes a 7,3 % del territorio marítimo del país.
"En el Sistema de Áreas Naturales Protegidas contamos con ocho áreas marino costera. Al establecerse la Reserva Natural del Dorsal de Nasca, sería la primera área natural protegida ubicada mar adentro”, explicó a DW Kirla Echegaray Alfaro, ministra del Ambiente de Perú.
"Esta propuesta abarca alrededor de 93 montes submarinos, los cuales se han formado hace 26 millones de años y son parte de la Dorsal de Nasca, Salas y Gómez, dos cadenas secuenciales de montes submarinos de origen volcánico, de 2.900 kilómetros de largo y hasta 4.000 metros de profundidad”, señaló.
La Ministra subrayó los valores biológicos, ecológicos, y socioeconómicos de los ecosistemas profundos de los montes submarinos. "La particularidad de los montes submarinos es reconocida a nivel mundial. Concitan un interés biogeográfico debido que se cuenta con limitada información de esos ecosistemas, principalmente aquellos cuya profundidad es mayor a 300 metros, con baja salinidad, luminosidad y temperaturas”, apuntó.
"Se sabe muy poco de la cordillera. El hecho de declararla como reserva le va a dar protección legal y genera el incentivo y necesidad de investigar esta zona para la costa peruana”, aclaró, por su parte, a DW Patricia Majluf, Vicepresidenta de Oceana Perú que recordó que los 63.000 kilómetros cuadrados que se van a proteger, equivalentes a 7,3 por ciento del mar peruano, van ayudar a que se pase del 0,5% de protección de aguas territoriales actual a cerca del 8%.
Majluf confió que la promesa del presidente Martín Vizcarra, que anunció la creación del área marina protegida en el marco de la cumbre sobre biodiversidad de Naciones Unidas que se llevó a cabo finales de septiembre en Nueva York, se haga realidad en los próximos meses. "Se tiene que cumplir antes del 2020 porque hay un compromiso internacional con los objetivos del desarrollo sostenible y las metas Aichi que Perú ha firmado y se ha comprometido a proteger el 10% del mar peruano en el 2020”, recordó.
Un avance con retraso "Perú es el país que, probablemente, está más atrás, junto con Uruguay, en la creación de áreas marinas protegidas”, dijo a DW Maximiliano Bello, asesor ejecutivo de Políticas Públicas del Océano de la organización Mission Blue, mientras que "en Chile tienen el 40% de protección y en Brasil el 30%”, agregó Majluf.
"Perú ha sido una de esas economías dependiente de los recursos naturales, particularmente pesqueros”, subrayó el experto chileno. "Los volúmenes de pesca que se producen en Perú son únicos”, añadió la que fuera viceministra de Pesquería de Perú en 2012 subrayando que a pesar de que el país representa0,1% de la superficie marina del mundo "el 10% de todas las capturas pesqueras del mundo, han salido de costas peruanas, de una franjita muy angosta de 60-70 kilómetros, que es una zona de la corriente de Humboldt”.
En ese sentido, la ministra de Ambiente peruana reconoció que "el establecimiento de un Área Natural Protegida implica un trabajo colaborativo y articulado con todos los sectores que tienen competencia para garantizar la conservación de este espacio en beneficio de la población, entre ellos los pescadores artesanales”.
No obstante, para Bello la problemática radica en que "Perú nunca ha logrado salir del extractivismo”, lo que "ha generado una legislación que hace muy complicado el poder aumentar la protección”. "Los descubrimientos de petróleo, de gas y otros materiales en las pocas áreas marino costeras protegidas ha hecho muy complejo avanzar los temas de protección”, agregó.
¿Una "barrera” contra embarcaciones extranjeras?
Majluf confió que la reserva brinde una mayor protección contra la flota china que cíclicamente pesca en la zona de la cordillera. No obstante, la ministra de Ambiente peruana reconoció que "el establecimiento de áreas naturales protegidas no elimina la existencia de potenciales amenazas”. "No es suficiente establecerlas para que sean conservadas”, puntualizó, considerando que "la creación de un área natural de protección las se encamina a la gestión efectiva de dicha área con personal, tecnología y equipamiento”.
No obstante, para Bello, la creación de esta nueva área de protección marina "puede dar un impulso a la región de tener mucho más en la agenda el tema de áreas marinas protegidas, el trabajo bilateral, multilateral en la región para protegerlas y para hacer acciones conjuntas en torno a las amenazas y en el caso de las flotas extranjeras”.
Igualmente, animó al país peruano a seguir trabajando con este tema en la protección de nuevas áreas. Al respecto, la ministra de Ambiente peruano avanzó que "se viene impulsando la creación de la Reserva Nacional Mar Tropical de Grau en la zona norte, ubicada en la zona de confluencia de las corrientes marinas Humboldt de aguas frías y la del norte de aguas cálidas reconocida por ser el ámbito de mayor biodiversidad del mar peruano”.
(cp)
para impugnar estos edificios.
Después de un juicio, fue agredido físicamente. No sabe quién lo hizo, pero cree que estaba relacionado con su activismo. Aún así, no desiste. "Si me asusto, no podré hacer nada. Y no puedo permitir que eso suceda”, subraya. ques de toda Cachemira en los últimos años. Y ahora podrían enfrentarse a nuevas amenazas debido a las recientes decisiones del gobierno que facilitan el desvío de las tierras forestales para el desarrollo.
Según Farooq Geelani, de la autoridad forestal local, las políticas adoptadas hasta la fecha para impulsar la economía, como los cambios arbitrarios en las tierras forestales para la agricultura o la construcción, han tenido un efecto negativo en la naturaleza. No obstante, insiste en que las autoridades locales están empezando a darse cuenta de estos efectos y tratando de encontrar un enfoque más equilibrado.
"El desarrollo y el medioambiente están siempre en conflicto y algunas tierras forestales tendrán que desaparecer. Pero no es tanta tierra y cuando se permite, se cobra una compensación, que se destina a la plantación de árboles”, señala Geelani.
Abdul Hamid Bhat dirige un exitoso negocio de reparación y venta de automóviles en la capital de verano de Jammu y Cachemira, Srinagar, y es consciente de que el progreso puede causar a la destrucción del medioambiente. Recuerda que en su infancia la ciudad era mucho más verde y se ha propuesto plantar un millón de árboles.
"Cada vez que visito un lugar o descubro una zona deforestada, me propongo plantar árboles allí”, dice Bhat.
Bhat recorre Srinagar y sus alrededores, compra cientos de arbolitos con su propio dinero y los planta en zonas afectadas por la deforestación. También regala árboles jóvenes a sus clientes y socios comerciales, con la esperanza de transmitir su pasión por la reforestación.
"Lo que hago no tiene importancia. Puede que ni siquiera sea visible, pero quiero concienciar y motivar a otros empresarios para que se preocupen por el medioambiente”, dice.
A pesar de todos los esfuerzos de la población local por preservar los paisajes verdes de Cachemira, una mayor amenaza ambiental se cierne sobre toda la región. Los icónicos glaciares del Himalaya, que atraen a cientos de turistas cada año y son una fuente vital de agua para miles de millones de personas en la región, están amenazados por la crisis climática.
"Estos glaciares se conocen como la Torre de Agua de Asia, o el Tercer Polo”, menciona Shakil Ahmed Romshoo, geógrafo de la Universidad de Cachemira. "En los últimos 50 años, hemos perdido casi el 23 por ciento de la cubierta glaciar”.
Romshoo es uno de los pocos científicos que trabajan en la región. La mayoría de expertos la evitan, ya que es casi imposible obtener suficientes datos para los estudios climáticos. En los últimos años, los frecuentes tiroteos, los toques de queda intermitentes, los cierres y las restricciones en las comunicaciones han dificultado el trabajo de campo de los científicos, según Romshoo.
Mientras tanto, el guía de senderismo Magray continúa recogiendo los desperdicios abandonados de los turistas. Durante un breve descanso a la sombra de un árbol, mira hacia los picos blancos de los glaciares. Dice que no aprendió nada sobre el cambio climático en la escuela, pero fue educado para valorar el esplendor único de su hogar en la montaña.
"Nuestros mayores, gente bien educada, nos enseñaron los beneficios de mantener el lugar limpio”, dice Magray. "Con el tiempo, uno empieza a entenderlo”.
(ar/cp)