La juventud de Albania huye de las montañas

Jóvenes albaneses abandonan las montañas Korab del país en busca de una vida mejor. Pero los ecologistas tratan de proteger la naturaleza y el modo de vida único de la zona, alentándolos a quedarse.

La vida en las montañas Korab, en Albania oriental, es simple y tradicional. Durante generaciones, los pequeños agricultores y sus familias han criado ovejas y vendido leche para ganarse la vida. Las montañas forman parte del Cinturón Verde Europeo, un tramo de 12.000 kilómetros de tierra a lo largo del antiguo Telón de Acero, que sirve de hogar a animales salvajes en peligro de extinción.

Pero la belleza de la región no es suficiente para impedir que los jóvenes se marchen en busca de una vida mejor a Europa Occidental o a la capital albanesa, Tirana. Ahora los prados de montaña donde los pastores traían a sus ovejas y ganado a pastar se están convirtiendo en matorrales, lo que aumenta la probabilidad de incendios forestales.

Sin embargo, no todos quieren irse. Hace cinco años, el jardinero Zija Keshi se inició en el cultivo de bayas de Aronia, que se consideran un superalimento.

Recientemente, Keshi ha obtenido una etiqueta orgánica alemana para su producto. Su éxito demuestra que los habitantes de las montañas pueden vivir mejor con nuevas ideas, según Olsion Lama, director de proyectos de la mayor ONG ambientalista de Albania, PPNEA.

PPNEA está tratando de combatir la emigración alentando a la población local a cultivar productos alternativos como la baya de Aronia. Además, la organización está tratando de promover el turismo y presionando al gobierno para que ofrezca apoyo a la agricultura.

El proyecto forma parte de una iniciativa transfronteriza entre Albania, Kosovo y Macedonia del Norte para proteger la biodiversidad de los montes Šar y Korab-Koritnik.

Un videorreportaje de Holger Trzeczak