TURBOCOMPOUND MAYOR RENDIMIENTO DEL DIÉSEL
NACIDO EN LA DÉCADA DE 1940, PARA SU APLICACIÓN
EN MOTORES DE AVIACIÓN, EL EMPLEO DEL SISTEMA TURBOCOMPOUND SE FUE EXTENDIENDO GRADUALMENTE AL MUNDO AUTOMOTRIZ, FORMANDO PARTE HOY DE LOS MOTORES DIÉSEL MÁS POTENTES QUE QUIEREN APOSTAR POR UN MEJOR RENDIMIENTO. VEAMOS EN QUÉ CONSISTE.
En esencia, y de manera sencilla, esta tecnología optimiza el funcionamiento de un turbocompresor tradicional, que utiliza parte de la energía térmica de los gases que salen por el escape para conseguir mayores potencias con cilindradas más bajas. Para ello, se añade una turbina adicional, que gira a unas 50 000 rpm, cuando el motor lo hace a solo 1 800. De esta forma, se extrae todavía más energía residual de los gases de escape, por lo tanto se trata de aprovechar esta energía más allá del conocido turbocompresor.
Resulta importante saber que podemos tener Turbocompound mecánicos o eléctricos. En los mecánicos, la energía residual se transfiere mediante una turbina adicional hacia un acoplamiento hidráulico, que tiene como finalidad compensar las diferencias de revoluciones entre componentes, y luego, mediante un juego de engranajes, se transmite la rotación del acoplamiento hidráulico hasta el volante del cigüeñal para sumarle ese importante par de giro.
En los Turbocompound eléctricos la energía de una segunda turbina se emplea para mover un generador, que puede almacenar la energía eléctrica en una batería. Esta energía almacenada puede tener múltiples usos incluyendo las versiones híbridas.
Se atribuye a Scania, en 1991, la introducción de este sistema en sus potentes motores diésel, posteriormente lo hizo Volvo con el D12 entre 2002 y 2006. Más recientemente, en 2014, Daimler lo introduce en su nueva serie de motores OM 470 (6 cilindros en línea e inyección CDI), para los camiones de gama pesada. El perfeccionamiento de esta generación, con el OM 473, permite alcanzar los 625 CV de potencia y 3 000 Nm de par motor.
Ventajas: El motor exhibe gran flexibilidad. La rotación del cigüeñal se beneficia del impulso adicional constante que proviene de la turbina adicional, alimentada de los gases de escape que ya movieron el turbocompresor. Este sistema es capaz de incrementar el rendimiento del motor hasta un 10 % y reducir el consumo de combustible de un 3 % hasta 5 %. Por otra parte, puede incrementar la potencia del motor entre 50 y 60 CV adicionales.